Se trata de un polímero especial utilizado para revestir tuberías, con lo que es posible minimizar fenómenos de degradación por ciclos térmicos y por consecuencia, alargar la vida útil de las tuberías de HDPE convencionales, evitando accidentes, operaciones y desechos prematuros.
Las condiciones geográficas y climáticas presentes en la zona norte del país, particularmente la alta radiación ultravioleta (UV), convierten en un flanco débil a la gran cantidad de tuberías HDPE (polietileno de alta densidad) utilizadas comúnmente en diversos proyectos de esa zona del país.
Este tipo de tuberías, si bien presenta indiscutibles cualidades en cuanto a su compatibilidad química y ventajas con respecto a otros materiales, como las de acero o de PVC también las hacen propensas a desafíos operacionales producto de los ciclos térmicos y la exposición a alta radiación y temperatura extremas de estas zonas.
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