Factores económicos internos y externos explican la actual falta de aserrín y virutas secas que son fundamentales para la manufactura del pellet de madera, biocombustible cada vez más usado por los chilenos para la calefacción de sus hogares.
La Cámara de Pellets de la Asociación Chilena de Biomasa, AChBIOM, confirmó el jueves 7 de julio, que la fabricación de pellets ha sido afectada por diversos factores ajenos a la industria, lo que se reflejará en una disponibilidad limitada de este biocombustible durante las próximas semanas en algunas localidades del sur del país.
Las declaraciones fueron vertidas en un comunicado emitido por la Asociación Chilena de Biomasa, que actualmente reúne a más de 45 empresas vinculadas a la energía en base a este recurso, entre las que se cuentan 15 compañías productoras de pellets de madera -agrupadas en la Cámara de Pellets- las cuales suman cerca del 95 por ciento del volumen de fabricación del país.
Ante esta situación, el gerente de la Asociación Chilena de Biomasa, AChBIOM, Antonio Minte, afirmó a Reporte Sostenible que esperan “que la industria pueda revertir la situación lo antes posible, como AChBIOM estamos apoyando en todo lo posible para que eso ocurra y hacemos un llamado también a comprar en locales establecidos, para evitar la especulación de precios que ocurre en mercados negros, que suele funcionar por medio de páginas web, donde claramente no se trata de empresas o distribuidores que siempre han actuado en el sector”.
Tres razones que explican la escasez de materia prima
Es importante destacar que la industria del pellet forma parte del eslabón final de una cadena productiva mayor, como lo es el sector maderero, y queda altamente expuesta a las variaciones de los mercados a los que se enfrenta el ámbito forestal manufacturero. Hoy la industria de la madera atraviesa por una fuerte contracción, explicada principalmente por el mercado de Estados Unidos y por la caída de la demanda de la construcción nacional, lo que ha implicado una menor producción de madera aserrada y, por tanto, una escasez de materia prima para la producción de pellets (aserrín y virutas secas principalmente).
Otra de las razones que se ha sumado a la compleja situación del sector, es el delicado escenario que enfrenta la Macrozona Sur, donde la violencia rural, el robo de madera y la frágil convivencia para las empresas instaladas en la zona han mermado la producción de madera desde los bosques, afectando nuevamente el suministro de los aserraderos, y por ende a la cadena productiva de la industria del pellet.
Adicionalmente, la generación eléctrica con biomasa es actualmente un competidor directo por la misma materia prima con la cual se produce el pellet para la calefacción, ya que es la única energía renovable que hoy puede generar electricidad 24/7 sin el apoyo de baterías. Ello ha llevado a que la generación eléctrica en base a biomasa se haya transformado en fundamental, dado el progresivo reemplazo de las plantas generadoras a carbón en la matriz energética chilena y también por la sequía que limita la generación hidráulica.
El pellet se consolida como el combustible más barato del mercado
Pese a los inconvenientes antes mencionados, el pellet continúa consolidándose como el combustible más barato del mercado, constituyendo además un aporte medioambiental en términos de emisiones, lo que ha implicado que la industria siga expandiéndose vigorosamente, gracias al reconocimiento de sus dos enormes fortalezas: sustentabilidad y estabilidad en precios.
Lo anterior ha significado que en los últimos años se hayan concretado importantes inversiones por parte del sector privado para satisfacer las crecientes necesidades del mercado nacional, y que se sigan proyectando otras nuevas plantas que prontamente empezarán a funcionar. Dos de ellas debieran iniciar producción los próximos días, una de ellas en la Región del Biobío y la otra en la Región de Los Ríos. Para el 2023 también se esperan nuevas inversiones en capacidad de producción y nuevas tecnologías.
Es importante recordar, además, que nuestro sector aún no cuenta con una esperada ley de biocombustibles, que permita al Estado acompañar a esta importante industria a sobrellevar los diversos desafíos que enfrenta, muchos de ellos asociados a la disponibilidad de materia prima. Esta ley se encuentra hoy en su tercer trámite legislativo y esperamos que logre avanzar, ya que vemos que todos los recursos y esfuerzos están siendo destinados hacia los combustibles fósiles (bencinas y parafina) y a controlar el alza de 40 por ciento esperado en el precio de la electricidad.
En este contexto, AChBIOM se compromete a seguir impulsando el trabajo público y privado para fortalecer la industria general de energía en base a biomasa, donde el pellet ocupa un lugar preponderante, no sólo en Chile, sino que también a nivel internacional, y que permite a las familias contar con una calefacción a un precio justo, razonable y medioambientalmente amigable.
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