construcción demandará una dotación de 923 personas, mientras que en la etapa de operación serán unas 30, de acuerdo con el EIA.
En junio, Colbún había solicitado suspender el plazo de evaluación del proyecto, el que se reactivó el 30 de octubre de este año, argumentando la necesidad de tener más tiempo para contar con mayor avance en sus procesos de consulta indígena.
Y efectivamente, ese tiempo les permitió concretar acuerdos con cinco comunidades mapuche: Comunidad Indígena Pedro Segundo Huincamán, Asociación Indígena Malvén Colhue, Asociación Indígena Nahuén, Comunidad Indígena Coyan Mapu y Comunidad Indígena Lof Moluche Kiwon.
Uno de los alegatos al proyecto dice relación con ruidos y vibraciones, uso de vías locales en la fase de construcción e impactos ambientales y culturales tras la instalación de las torres eólicas.
Otra preocupación de las comunidades era la eventual afectación de sectores de relevancia cultural para la cosmovisión mapuche, como el menoko en la Piedra de Dicao, un humedal sagrado de las comunidades de la zona.
Para responder a estas necesidades y preocupaciones de las comunidades, Colbún comprometió inversión en infraestructura comunitaria, programa de fomento productivo con pertenencia cultural, fortalecimiento y recuperación de saberes y oficios tradicionales mapuche y un programa anual para celebraciones y actividades tradicionales, entre otras.
