En 2017 había seis proyectos de data centers en el país y hoy existen 38 iniciativas activas, que implican miles de empleos directos e indirectos.
Chile y América Latina se preparan para convertir a los data centers en un sector estratégico que permita aprovechar su potencial en energías renovables y, al mismo tiempo, fortalecer la digitalización y la productividad de la región. Esta fue la principal conclusión del evento “Data Centers & Energía: Confiabilidad y Mapeo de la Oferta y la Demanda”, organizado por el Institute of the Americas, con la colaboración de WEC Chile, la Universidad Adolfo Ibáñez, OLADE e InvestChile.
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Durante la apertura, María Trinidad Castro, directora ejecutiva de WEC Chile, destacó el sentido de esta conversación: “La energía está en el corazón de todo lo que hacemos como sociedad, y la digitalización se ha convertido en uno de los principales motores de transformación. Por eso, desde WEC Chile impulsamos el diálogo en torno a los data centers, entendiendo que son una pieza clave para el futuro energético y tecnológico del país”.
Jeremy M. Martin, vicepresidente de Energía y Sostenibilidad del Institute of the Americas, agregó que la inteligencia artificial y la infraestructura digital imponen nuevas exigencias: “Todos los días leemos sobre el crecimiento de los data centers y el rol de la inteligencia artificial, que exige sostenibilidad y fuentes de energía asequibles, confiables y resilientes”.
En tanto, Juan Carlos Jobet, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, sostuvo que Chile posee “un tremendo potencial de generación renovable”, pero que será difícil aprovecharlo solo a nivel local. “Los data centers, en un país con redes de fibra óptica robustas, son una forma indirecta de exportar electricidad a través de datos.
Además, esta industria puede ser un pilar esencial para impulsar la productividad”, señaló.
Desde la perspectiva de la inversión, Karla Flores, directora de InvestChile, recordó que en 2017 había seis proyectos de data centers en el país y hoy existen 38 iniciativas activas, que implican miles de empleos directos e indirectos. “Chile cuenta con ventajas competitivas: 68% de su matriz eléctrica proviene de energías limpias, tenemos conectividad internacional por fibra óptica y capital humano calificado”, aseguró.
La mirada regional estuvo a cargo de Fitzgerald Cantero, director de Estudios, Proyectos e Información de OLADE, quien advirtió que en América Latina y el Caribe se desperdicia en promedio un 3,2% de la generación anual de energía por vertimientos, equivalente a US$6.890 millones. “Esa energía podría destinarse al abastecimiento limpio de un importante número de data centers, convirtiendo un desafío en una oportunidad para el desarrollo digital y económico”, afirmó.
El seminario, que se extendió durante toda la jornada, incluyó paneles sobre modelos de inversión, asuntos inmobiliarios, regulación, capacidad operativa, eficiencia energética y suministro renovable. En las conversaciones también participaron Marta Cabeza, superintendenta de Electricidad y Combustibles (SEC), Juan Carlos Olmedo, presidente del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), y César Butrón, presidente del Directorio del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES-Perú) quienes coincidieron en la necesidad de contar con marcos claros que permitan acelerar la llegada de nuevas inversiones en infraestructura digital y energética.
El panel de cierre “Retos en Infraestructura, agua y sostenibilidad – Implementación de soluciones”, moderado por María Trinidad Castro, reunió a Catalina Achermann, gerenta general de la Chile Data Center Association; Matías Menichetti, director de Hyphen; y Andrés Díaz Alarcón, director de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Diego Portales. Allí se subrayó que el diseño, la educación y la comunicación son esenciales para derribar mitos y facilitar que los data centers sean aceptados como “nuevos vecinos” en las comunidades, integrándose armónicamente a las ciudades.
Los panelistas coincidieron en la necesidad de actuar con sentido de urgencia y de otorgar certezas regulatorias que den estabilidad a las inversiones. “Esta es una oportunidad única, que no se repetirá, para impulsar una industria estratégica que pronto se ubicará en el corazón de la economía, al igual que lo es hoy la energía”, señalaron.
Entre las conclusiones más relevantes, los expertos destacaron que el potencial de Chile podría transformar la exportación de datos en el “nuevo cobre” del país, es decir, en su principal fuente de exportaciones en el futuro. Tal como el metal rojo ha sido históricamente el motor de la economía chilena, los datos —respaldados por energía limpia y servicios digitales de alto valor agregado— podrían consolidarse como la próxima gran ventaja competitiva en los mercados globales.
Con este encuentro, auspiciado por Atlas Renewable Energy, Enel y Zelestra, WEC Chile refuerza su rol como articulador entre energía y digitalización, convocando a la industria tecnológica, la academia y el sector energético para posicionar al país como un hub estratégico de datos y sostenibilidad.
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