El Proyecto Volta representa una de las mayores inversiones industriales en tramitación en Chile, con un capital estimado de US$ 2.500 millones.
El extenso ICE, de más de 200 páginas, concluye que la iniciativa cumple con toda la normativa ambiental vigente. El documento subraya que los posibles efectos ambientales han sido satisfactoriamente abordados mediante un plan robusto de mitigación y compensación, incluyendo medidas específicas para proteger el hábitat del gaviotín chico y salvaguardas para el componente arqueológico.
El SEA destacó la eficiencia del proceso de evaluación del expediente, que se resolvió en 642 días, un plazo que, según el servicio, es un 40% inferior al promedio anual de 2025.
Este tiempo de tramitación reducido se atribuye al "alto nivel de completitud técnica" del estudio presentado por la compañía, reflejado en el bajo número de Informes con Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones (ICSARAs), que fueron solo dos, una cifra inusualmente baja para una iniciativa de esta envergadura.
Desde el punto de vista operativo, el Proyecto Volta tendrá una capacidad nominal para producir 620.000 toneladas anuales de amoníaco (NH3). Esta producción se realizará en dos fases sucesivas de 310.000 toneladas cada una, un producto clave para la descarbonización global.
Para asegurar el suministro energético del proceso de electrólisis, la iniciativa contempla la construcción de una infraestructura de gran escala:
- Una central solar fotovoltaica de 600 MW.
- Una subestación elevadora de 220/30 kV.
- Dos líneas de transmisión de 220 kV: una de 9,5 km para conectar la planta con el parque solar y otra de 9,8 km hacia la Subestación Los Changos, del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
La votación final del proyecto por parte de la COEVA de Antofagasta ha quedado fijada para el viernes 12 de diciembre.
