"¿Se ha realizado un análisis holístico de los impactos de implementación
de la tecnología en cuanto al cambio de uso de suelo, considerando que
estas regiones del centro de Chile son valles agrícolas por excelencia?"
De acuerdo a los potenciales de energía del Ministerio de Energía de Chile, las regiones de O’Higgins, Maule y Ñuble presentan valores promedio de radiación global horizontal de 5 (kwh/m2/día). Este potencial permite la viabilidad técnica para desarrollar proyectos fotovoltaicos, considerando distintas tecnologías de paneles solares y distintas configuraciones para el aprovechamiento solar. Viajando por la ruta 5 Sur, desde Santiago a la región de Ñuble, ya es posible ver el desarrollo de proyectos fotovoltaicos, los cuales, empiezan a florecer en las regiones del centro del país. Sin duda, haciendo un análisis unidimensional, el aprovechamiento de los recursos no fósiles va en la dirección correcta, pero ¿se ha realizado un análisis holístico de los impactos de implementación de la tecnología en cuanto al cambio de uso de suelo, considerando que estas regiones del centro de Chile son valles agrícolas por excelencia?
“Evaluar la actual productividad agrícola en término de rendimiento de
cultivos; evaluar el impacto en la biodiversidad local, incluyendo la fauna
y flora existente en la zona”
El cambio de uso de suelo para la implementación de sistemas fotovoltaicos en áreas agrícolas puede tener impactos significativos en el medio ambiente y en la producción de alimentos. Algunas variables a considerar en la toma de decisión del cambio de uso de suelo, considera: Evaluar la actual productividad agrícola en término de rendimiento de cultivos; evaluar el impacto en la biodiversidad local, incluyendo la fauna y flora existente en la zona; analizar la calidad del suelo y su capacidad para soportar las instalaciones fotovoltaicas sin degradarse; evaluar los beneficios ambientales a largo plazo en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; considerar el impacto visual de los paneles solares en el entorno paisajístico; entre otras.
“El diseño del sistema fotovoltaico debe minimizar la pérdida de tierra
agrícola con altos rendimientos de cultivo”
Un adecuado desarrollo y coexistencia de la producción de alimentos y aprovechamiento de la energía solar es posible en territorios agrícolas. Para ello, el diseño del sistema fotovoltaico debe minimizar la pérdida de tierra agrícola con altos rendimientos de cultivo; considerar la instalación de sistemas fotovoltaicos elevados para permitir la coexistencia con actividades agrícolas debajo, optimizando el uso del suelo; desarrollar programas educativos para agricultores y comunidades locales sobre los beneficios ambientales y económicos de la coexistencia de la agricultura y la energía renovable; avanzar en una planificación territorial integrada del uso del suelo que permita el desarrollo agrícola y energético, entre otras.
Por lo tanto, desde el punto vista técnico, económico, ambiental y social es posible lograr una coexistencia efectiva entre la producción agrícola y la generación de energía renovable, permitiendo así un desarrollo sostenible y equilibrado. Para ello, es fundamental la planificación territorial e involucrar a la comunidad local en la toma de decisiones.
