El hidrógeno verde es una fuente de energía que promete avanzar en la de carbonización de distintos sectores. El H2V se produce a partir de la electrólisis del agua utilizando energía renovable, como la energía solar o eólica. A diferencia del hidrógeno gris, que se produce a partir de combustibles fósiles, el hidrógeno verde es una alternativa limpia y sustentable que no emite gases de efecto invernadero durante su producción y uso. Por ello, representa una fuente inagotable de energía.
“Se espera que la producción de hidrógeno verde alcance los 530
millones de toneladas para el año 2050, lo que equivaldría al 18%
de la demanda total de energía en todo el mundo”
En la actualidad, el hidrógeno verde se utiliza principalmente en aplicaciones industriales y de transporte, pero su uso podría expandirse en los próximos años a medida que se reduzcan los costos de producción y aumente la disponibilidad de energía renovable. Según un informe del Consejo del Hidrógeno, se espera que la producción de hidrógeno verde alcance los 530 millones de toneladas para el año 2050, lo que equivaldría al 18% de la demanda total de energía en todo el mundo. Otro estudio, de la Agencia Internacional de Energías Renovables, sitúa la producción en 614 millones de toneladas, de las cuales, Chile aportaría 200 millones de toneladas explotando entre un 10 y 15% de su potencial renovable.
“La generación de electricidad con H2V puede ser una solución
alternativa en lugares donde no se puede construir infraestructuras
de energía renovable, o bien, es imposible electrificar”
Entre las principales aplicaciones del hidrógeno verde se encuentran el transporte, la industria y la generación de electricidad. En el transporte, el H2V se puede utilizar en vehículos eléctricos de pila de combustible, los cuales, presentan una mayor autonomía y tiempos de carga más rápido en comparación con los vehículos con 100% baterías. En la industria química, el H2V se puede utilizar como materia prima para la producción de amoníaco, fertilizantes, plásticos, combustibles sintéticos y otros productos químicos. Por último, la generación de electricidad con H2V puede ser una solución alternativa en lugares donde no se puede construir infraestructuras de energía renovable, o bien, es imposible electrificar.
“Se espera que los costos disminuyan a medida que aumente la
escala de producción y se desarrollen tecnologías más eficientes”
A pesar de su potencial, el uso del hidrógeno verde todavía enfrenta algunos desafíos. Uno de los principales obstáculos es el alto costo de producción del H2V en comparación al hidrógeno gris, que se obtiene a partir de combustibles fósiles. En la etapa de producción, el costo de la energía es significativo. Sin embargo, se espera que los costos disminuyan a medida que aumente la escala de producción y se desarrollen tecnologías más eficientes. Otro desafío importante, es la necesidad de infraestructuras de transporte y almacenamiento de hidrógeno verde, así como la necesidad de establecer estándares y regulaciones para garantizar su seguridad.
“Se espera que su uso se expanda exponencialmente en las próximas
décadas y que se convierta en una pieza clave del mix energético global”
Por lo tanto, el hidrógeno verde es una fuente de energía con un gran potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la seguridad energética. Si bien, aún existen desafíos por superar, se espera que su uso se expanda exponencialmente en las próximas décadas y que se convierta en una pieza clave del mix energético global, basado en la producción de energía a partir de fuentes renovables de energía que permita avanzar en la descarbonización, para un planeta carbono neutral.
