Los proyectos están localizados en el Fundo Rinconada de Maipú, perteneciente a la Universidad de Chile, con quienes Fundación Chile articuló una alianza para traer el modelo de “agua positivo” a Chile y así poder sumar inversión privada para abordar la severa sequía en la cuenca del Maipo. Para asegurar la sostenibilidad del proyecto a largo plazo se integró también a la Municipalidad de Maipú quien estará a cargo de su mantención. Así, este ejemplo se convierte en un modelo inédito de colaboración público-privada.
Al respecto, el gobernador de Santiago, Claudio Orrego, destacó que “Uno de los roles más relevantes del Gobierno de Santiago es poder articular con el sector público y el sector privado, distintas iniciativas y soluciones; en este caso, soluciones hídricas. Por eso es que celebramos que, en el marco de nuestro proyecto Maipo Resiliente, que hemos realizado como Gobierno de Santiago y con la asesoría experta de Fundación Chile, se puedan sumar fondos de privados, en este caso de Microsoft, en la conservación de la Quebrada de la Plata -adyacente al fundo Rinconada de Maipú- a través de obras de conservación de agua y suelo, que nos van a permitir infiltrar más de 30 mil m3/año de agua en los períodos de lluvia, que quedarán reservadas en el acuífero”.
Por su parte, María Paula Duque, líder de Sustentabilidad de Microsoft en Latinoamérica, sostuvo que “Microsoft tiene el honor de ser el primer financiador de la cartera de proyectos del Maipo. Esta iniciativa es un ejemplo de cómo la cooperación público-privada puede ayudar a gestionar mejor el agua, que se ha vuelto un recurso escaso”.
Según la ejecutiva, “Microsoft, dentro de su estrategia, busca ser ‘agua positivo’ al 2030, desarrollando proyectos en regiones de alto estrés hídrico, y Santiago coincide con estas características, por lo que estos proyectos nos permiten regenerar el agua en la proporción que queremos hacerlo”. Explica que “los data centers consumen agua y no queremos que este consumo en ningún momento ponga en riesgo al planeta ni a las comunidades donde los data centers se desarrollan”.
Soluciones ancestrales que regeneran agua
La iniciativa Maipo Resiliente propone un cambio de paradigma en la forma de enfrentar la crisis hídrica, tanto en los eventos de sequía como de inundación, con proyectos innovadores, entre los que destacan los que utilizan Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN). Así lo señala Ulrike Broschek, directora de Escenarios Hídricos 2030 de Fundación Chile, quien describe cómo se desarrolló este nuevo mecanismo de colaboración público-privada en el Fundo Rinconada de Maipú: “Recuperamos un antiguo tranque que había en ese predio, pero que estaba seco y lleno de sedimentos, y lo transformamos en una qocha, que son pequeñas represas que utilizaban los pueblos andinos para retener el agua de lluvia e infiltrarla al acuífero, que es precisamente lo que queremos lograr con esta obra. El segundo proyecto está basado en la construcción de un Paisaje de Retención de Agua (PRA), principalmente con zanjas de infiltración, que también tienen el objetivo de retener e infiltrar el agua para recuperar las napas subterráneas, regenerando el ecosistema de este predio -que tiene un gran valor ecológico para la comunidad- tal como ya hicimos en el sector La Virgen del cerro Chena de San Bernardo”.
De acuerdo con Paloma Valenzuela, directora de Aseo, Ornato y Gestión Ambiental de la Municipalidad de Maipú, “este es el único municipio que tiene su propia sanitaria (SMAPA), la que utiliza el agua del acuífero, y que presta servicios no sólo en la comuna, sino que también a vecinos de Cerrillos y Estación Central. Por lo tanto, recargar el acuífero es un objetivo estratégico para poder abastecer de agua a nuestra comunidad y que este suministro sea sostenible. De ahí que estos dos proyectos sean tan relevantes para la Municipalidad de Maipú”.
La ejecución de los proyectos estuvo a cargo de Agrológica, en el caso de la qocha, y Symbiótica, para la construcción del PRA. Gabriel Orrego, cofundador de esta última empresa, se refirió al ecosistema original de esa zona, el que “fue bosque continuo, matorral espinoso, pero muy frondoso, con un suelo esponjoso, con mucha capacidad de retención de agua, pero que posteriormente fue altamente degradado. Probablemente se cosechó toda la madera, se sembró y se erosionó, y recién en las últimas décadas está en un proceso de regeneración. Entonces hay que partir recordando que estamos en una situación muy degradada y es importante empezar a restaurar de forma inteligente. Con estos proyectos, estamos apuntando a la recuperación del suelo y del agua, lo que va a facilitar la restauración del ecosistema”.
El potencial regenerador de estos proyectos fue valorado por Pedro Calandra, subdirector de Extensión y Vinculación con el Medio de la Facultad de Ciencias Agronómicas, de la Universidad de Chile, propietaria del fundo: “La Universidad de Chile es de todos los chilenos y este es un terreno que está destinado a la comunidad. El agua y el suelo son los principales recursos para la existencia humana, por lo que cada vez que alguien nos propone un proyecto para el cuidado de estos recursos, la facultad está ahí presente”.
Sobre Maipo Resiliente
El Gobierno de Santiago, con la asesoría experta de Escenarios Hídricos 2030 de Fundación Chile, lanzó la cartera de proyectos Maipo Resiliente, con 34 soluciones para la seguridad hídrica de alto impacto positivo a escala regional, más otras 627 a nivel comunal, co- construidas desde los municipios y sus comunidades sobre la base de MAS (Medidas, Acciones y Soluciones), previamente elaboradas.
El objetivo del Gobierno de Santiago es pasar de los diagnósticos de escasez hídrica, a la acción, con iniciativas innovadoras y de efectividad probada para aportar agua en el territorio y a la vez contener eventos extremos de inundación, en contexto de cambio climático.
Esta cartera de proyectos, tanto comunales como regionales, señaliza oportunidades de inversión público-privada para acelerar y masificar la puesta en marcha de soluciones que contribuyan a la seguridad hídrica en la cuenca del Maipo. Para empresas e instituciones representa la oportunidad de ser “agua positivo” (water positive), devolviendo con creces el agua que se consume en la cuenca del Maipo, con un impacto medible y reportable.
