El ejecutivo señaló que, a través de un modelo ESCO, se hacen cargo del proceso completo de generación energética, desde el suministro de combustible, las diferentes inversiones y las obras de ingeniería, hasta la operación y mantenimiento, consiguiendo además, una mayor eficiencia energética y de recursos económicos.
Entre las innovaciones que dio a conocer, destacó la de integrar el gas licuado con biomasa, fomentando la economía circular al dar valor a ciertos residuos acumulados en las faenas mineras. “Hay una cantidad de madera en desecho que se produce en las mineras que están acopiadas en los patios y que genera un dolor bastante grande por la disposición final que hay de ella. No solo darle trazabilidad respecto de su uso, sino que también ver cómo se está disponiendo. Actualmente tienen que crear estrategias para sacar esa madera y desechos de ese lugar para que puedan ser quemados de manera amigable, y eso genera una cantidad de problemas de seguridad respecto al transporte, movilizar una cantidad de camiones para trasladarla, con la contaminación que eso conlleva y los riesgos que esa operación también trae”, señaló Sepúlveda.
Al respecto explicó que Gasco propone “vincularse al concepto de economía circular para que el uso de esta biomasa, que es la madera que está ahí acopiada, sea transformada en energía, complementada con gas licuado y así dar continuidad operacional a algún proceso térmico en particular que tengan nuestros clientes”.
Para ello, señaló, es necesario una planta de cogeneración a biomasa que utilice esa madera y, a la vez, pueda complementarse con gas licuado.
Entre las ventajas que este modelo trae para los clientes, destaca la disminución de emisiones contaminantes, reducción de costos fijos, externalización de la disponibilidad de agua caliente y la posibilidad de integración con energías renovables.
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