El último informe del IPCC publicado hace pocas semanas menciona que muchos de los cambios que se observan en el clima no tienen precedente en cientos de miles de años.
Desde la delegación chilena, Greenpeace comentó que “esta COP 26 estaba llamada a dar respuesta a un escenario de crisis climática y ecológica sin precedentes. La ciencia ya nos ha advertido reiteradas veces el nivel de impacto que está teniendo el cambio climático en los ecosistemas y las personas, lo requiere de acciones concretas y urgentes. El llamado de la sociedad civil, la juventud, las comunidades ha sido bastante claro: verdadera ambición climática, basta de anuncios vacíos y bla bla, y no más greenwashing, afirmó Estefanía González, Coordinadora de Campañas de Greenpeace.
Para el caso de Chile, desde Greenpeace indicaron que “el texto final alude a la importancia de proteger los ecosistemas para el cambio climático, en ese sentido Chile, debe partir ahora desintoxicándose del carbón y tomando acciones concretas y no esperar a la próxima cumbre. Esto implica decirle que no a proyectos como Dominga, que no están acorde con la necesidad urgente de proteger el medioambiente”, concluyen desde Greenpeace.
El texto final publicado, aseguraron desde Greenpeace, no está a la altura de lo que la sociedad y el medioambiente necesitan y posterga la acción en un momento donde el reloj corre hacia atrás. Al menos, el objetivo de mantenernos en los 1.5°C continúa vivo, pero necesitamos mucha más presión para que no se transforme en un imposible en el corto plazo”.
Esto, luego de que China y Estados Unidos, que son los dos mayores emisores de CO2 del mundo, dijeran que trabajarán juntos para alcanzar el objetivo del 1,5ºC de aumento de temperatura máximo que se estableció en el Acuerdo de París de 2015.
“Por primera vez en un texto de la COP hay lenguaje sobre combustibles fósiles y eso es una señal importante. Sin embargo hay que dejar claro que tanto la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles como de la reducción progresiva del carbón sobrevivieron en el texto gracias a la presión de la sociedad civil y las comunidades”, admiten desde la ONG.
Sin embargo, “quedaron temas importantes y prioritarios sin resolver, principalmente respecto a pérdidas y daños. Nuevamente, los países más vulnerables tendrán que esperar para que se materialice un financiamiento real. Por ahora, sólo se abordó financiamiento en esta materia para asistencia técnica y continuar el diálogo al respecto. Se comprometió financiamiento en adaptación, el cual se duplicará, pero continúa por debajo de lo que los países en desarrollo pidieron”, enfatiza Estefania González.
Lo que queda claro de esta cumbre, es que “si bien todos están de acuerdo en la necesidad de acción y en la meta de los 1.5°C, al momento de comprometer y actuar, las voluntades no son las mismas. La única forma de combatir la crisis climática es tomando medidas ya, por lo cual seguiremos pidiendo y trabajando para, entre otras cosas estar de lado de la ciudadanía podemos empezar a implementar medidas de inmediato.
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