Experta entrega 5 claves para identificar oportunidades de eficiencia energética

María Luisa Lozano, CEO de EMMA Energy, destaca la importancia de avanzar más allá de las energías renovables y propone un enfoque técnico y estratégico para lograr ahorros concretos, reducir emisiones y fortalecer la sostenibilidad empresarial

En muchas organizaciones, los sistemas de gestión energética se limitan a registrar consumos, pero no entregan herramientas de análisis ni trazabilidad. Casos internacionales, como el del sector construcción, muestran resultados concretos, y de acuerdo al Global Status Report for Buildings and Construction 2024–2025, ese rubro logró reducir su intensidad energética en casi un 10% mediante estándares exigentes y políticas ambiciosas.

Chile ha dado pasos importantes en su transición hacia una matriz más limpia. Pero si el objetivo es alcanzar la carbono neutralidad al 2050, las energías renovables no son suficientes. De hecho, según el World Energy Transitions Outlook 2023 de IRENA, más del 25% de la reducción de emisiones necesarias debe provenir de mejoras en eficiencia energética.

María Luisa Lozano, CEO de EMMA Energy

“Esto no se trata de eficiencia energética versus energías renovables, sino de cómo en conjunto avanzamos en descarbonización y seguridad energética”, afirma María Luisa Lozano, CEO de EMMA Energy, y experta en optimización del uso de energía en sectores industriales y servicios.

 

En ese contexto, la ejecutiva entrega 5 claves esenciales para identificar oportunidades reales de mejora:

 

●     Conocer los principales focos de consumo. No todas las áreas consumen lo mismo ni todas las mejoras rinden igual. Detectar los procesos más intensivos es el punto de partida.

●     Evaluar si el consumo está justificado o puede optimizarse. A veces, el problema no es tecnológico sino de operación: sobredimensionamiento, rutinas ineficientes o uso sin criterio.

●     Priorizar con base en objetivos claros. Impacto en el consumo, facilidad de ejecución, retorno económico y aporte a metas ambientales deben guiar la decisión.

●     No subestimar las mejoras simples. Cambiar horarios, reasignar equipos o ajustar procesos puede generar grandes ahorros sin necesidad de invertir en tecnología.

●     Convertir datos en decisiones. Tener registros no basta. La eficiencia real se logra cuando los datos permiten detectar oportunidades, calcular ahorros y tomar decisiones estratégicas.

 

“La clave para tener resultados reales es salirse de lo conocido. Las medidas de eficiencia energética de libro no valen tanto cuando hablamos de grandes industrias, con procesos complejos. En estos casos lo que prima es el dato, la evaluación y la decisión por impacto global más que específico”.

 

Hoy, cuando las exigencias de sostenibilidad y trazabilidad son cada vez más rigurosas, integrar la eficiencia energética como eje estratégico no es solo una opción inteligente, sino una necesidad. “La eficiencia energética no es solo una herramienta para reducir emisiones; es una decisión de negocio inteligente. Cuando se gestiona bien, permite optimizar procesos, reducir costos y avanzar hacia operaciones más sostenibles y competitivas”, concluye la CEO de EMMA Energy.