Mónica Gazmuri, gerente de Anesco Chile A.G.
OPINIÓN
“Hacer lo mismo con menos energía, mejorar procesos, disminuir costos, reducir emisiones contaminantes, sumar autoconsumo limpio, modernizar las instalaciones, desestresar el sistema eléctrico, evitar la dependencia de fósiles importados, generar empleos con sentido; y una larga lista de beneficios de la EE, ha sido el leitmotive de Anesco Chile, una asociación pequeña aún que requerirá de muchas alianzas para concretar semejante propósito”.
El acuerdo mundial es dejar los combustibles fósiles, triplicar la energía renovable y duplicar la eficiencia energética (EE) global al 2030. Sin embargo, cabe destacar que de no hacer EE como un primer paso, toda la energía limpia seguirá perdiéndose, como algunos hemos ejemplificado con el calefaccionar o enfriar una casa con la ventana abierta. Para evitar este acto ilógico o poco prudente, debemos relevar el papel de la EE en la sostenibilidad, especialmente si queremos levantar nuestra economía y disminuir emisiones.
“Evitar la dependencia de fósiles importados, generar empleos con
sentido; y una larga lista de beneficios de la EE, ha sido el leitmotive
de Anesco Chile”
Hacer lo mismo con menos energía, mejorar procesos, disminuir costos, reducir emisiones contaminantes, sumar autoconsumo limpio, modernizar las instalaciones, desestresar el sistema eléctrico, evitar la dependencia de fósiles importados, generar empleos con sentido; y una larga lista de beneficios de la EE, ha sido el leitmotive de Anesco Chile, una asociación pequeña aún que requerirá de muchas alianzas para concretar semejante propósito.
“El autoconsumo eléctrico con paneles fotovoltaicos se hace viable con
EE y su payback disminuye hasta un 50 por ciento”
Lo virtuoso de la EE en lo económico, social y ambiental, que muchos no visibilizaban o menospreciaban en el pasado, sigue siendo el primer paso, el más costo eficiente, el más lógico de todos para la transición y la carbono neutralidad. Lo ha planteado la Agencia Internacional de Energía, IEA, por años denominándola como “el primer combustible a utilizar” y Anesco lo ha comprobado con los resultados, donde incluso el autoconsumo eléctrico con paneles fotovoltaicos se hace viable con EE y su payback disminuye hasta un 50 por ciento.
El desafío de duplicar la EE requerirá más que voluntad política, un ejercicio de practicidad. Chile, uno de los países más vulnerables al cambio climático, dada su propia geografía, deberá llevar adelante acciones de adaptación y mitigación, y acelerar las decisiones y puesta en marcha de los proyectos. Recordemos que el 80 por ciento de la energía es de uso térmico y también que el sector energía es responsable del 80 por ciento de las emisiones. En el corto plazo, se deberá disminuir la burocracia que los ministerios, el Congreso, la banca y otros actores, estén alineados con estos objetivos y faciliten la masificación de la EE, con transparencia y velen por el buen logro de la misma. Esta mejor comunicación y sentido de logro por objetivos, sin lugar a dudas, duplicará los proyectos y sus impactos en el país.
“Si logramos encausar los proyectos de EE, el ahorro en generación
anual equivaldría a 15 centrales como Cerro Dominador”
El impacto de la EE, se hace visible con algunas cifras: si consideramos el consumo de energía anual Chile (año 2020) de 329.293 GWh/año, y la meta de reducción de la intensidad energética de 10 % país al año 2030 de la ley de EE (con respecto al año 2019), significa una disminución de la energía consumida de 30.000 GWh por año, la reducción de 14 millones de Toneladas CO2 emitidas por año y un ahorro en el gasto anual por energía no consumida de 3.000 millones US$ por año.
Para darle cara a estas cifras, podemos llevarlo a equivalencias con generación e inversión. Es así que si logramos encausar los proyectos de EE, el ahorro en generación anual equivaldría a 15 centrales como Cerro Dominador, la construcción de 2 Líneas de Metro promedio, a 6 Hospitales Públicos de alta complejidad y la construcción de 70.000 viviendas sociales en un año.
¿Cómo aceleramos el paso? Entre otras cosas, hemos expresado la necesidad de un fondo verde experto en el modelo ESCO para facilitar la acción de implementadores con éxito demostrado, los cuales podrían duplicar y triplicar su oferta de servicios en distintos sectores productivos; así como la necesidad de visibilizar los avances y el cumplimiento de las NDC junto al ministerio de MA en una plataforma abierta, que evidencie la relación entre EE y disminución de emisiones.
Dado que en el país estos criterios de eficiencia constructiva y de procesos, fueron incorporados sólo en los últimos años, todo Chile se deberá eficientar, entre ellos cerca de 30.000 edificios, su mayoría construidos los últimos 20 años, lo cual resulta una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas, reducir gastos, cumplir con los acuerdos, pero también para revalorizar el patrimonio y al país mismo.
Sin dudas es urgente sumarse a la acción, a un plan coordinado y transversal que parta por destrabar los cuellos de botella y unir puentes entre organizaciones donde la EE sea el desde y un objetivo en común.
Colaboración de:
Mónica Gazmuri, gerente ANESCO Chile AG
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