Biogás: Una solución sustentable para prolongar la vida útil de rellenos sanitarios en Chile

Esta alternativa energética se presenta también como una solución para los riles orgánicos transformándolos en energía limpia. Con años de estudio en esta materia, Schwager Energy, a través de su filial Lácteos y Energía (L&M), pretende llevar el desarrollo del biogás a rellenos sanitarios y otras industrias de alimentos.   

Con una firme estrategia enfocada en el desarrollo de tecnologías para las ERNC, la que han materializado  con 2 proyectos de centrales hidroeléctricas de pasada y 3 de energía solar, Schwager Energy suma 10 años de estudios e investigación en modelos de negocio asociados al desarrollo de plantas de biogás y de iniciativas orientadas a transformar los desechos orgánicos, principalmente los provenientes de lácteos y sueros, en energía limpia. 


Esa evolución, según explica Josefa Gutiérrez, gerente División Biogás, "nos permitió implementar una planta piloto inicial en Purranque, la cual era capaz de tratar hasta 2.000 litros de suero al día, experiencia que posteriormente se llevó a cabo a escala industrial con una capacidad de tratamiento de hasta 500 m3/día de residuos industriales líquidos con origen lácteo. En años posteriores hemos construido otras dos plantas ubicadas en Osorno y en Puerto Octay respectivamente, las que operan también con residuos líquidos de queserías cumpliendo correctamente con la normativa ambiental y las expectativas energéticas de las industrias donde están instaladas".


A estos proyectos se suman el desarrollo de estudios de ingeniería de perfil para una industria láctea en Brasil, solución que está asociada al reemplazo de la leña en sus calderas; la ingeniería conceptual para una industria láctea de gran tamaño en Uruguay, con la intención de utilizar el biogás como reemplazo del gas licuado de petróleo (GLP); y la ingeniería básica para un frigorífico y matadero también en Uruguay, cuyo propósito es utilizar el biogás como combustible para la generación eléctrica de autoconsumo.


El potencial del biogás y los rellenos sanitarios


Según explican en Schwager, se estima en un 40% la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos (FORSU), lo que quiere decir que una gran parte de los rellenos sanitarios tienen un potencial enorme en generación de energía, tratamiento de sus desechos y, por tanto, reducción de sus tamaños. Esto quiere decir que, “si se implementaran plantas de biogás en los rellenos sanitarios, aumentaríamos su capacidad en un 40%, prolongando su vida útil y disminuyendo la necesidad de otros rellenos en el futuro. Esto, además de generar una importante capacidad de generación de energía renovable no convencional y sin huella de carbono”, agrega la gerente de biogás.


Por ejemplo, añade, “por cada metro cúbico o tonelada de residuos orgánicos que no se procese se están desperdiciando de 10 a 200 m3 de biogás, los que como agravante se traducen en una descarga de gases efecto invernadero (GEI) a la atmosfera, por lo tanto, el perjuicio es doble”.


En tal sentido,  explica que “las grandes industrias que generan residuos orgánicos, todavía tienen dentro de sus proveedores de servicios a los rellenos sanitarios convencionales, ya que en Chile este rubro aún no cuenta con procesos carbono neutrales como lo son la valorización de residuos por medio de la digestión anaerobia para la obtención y aprovechamiento energético del biogás. Una política de potenciamiento de la utilización energética de residuos orgánicos podría impactar incluso en la matriz energética de nuestra industria, potenciando la economía circular, o una economía colaborativa, incluso en años posteriores podría significar un modelo de negocio alternativo para la agricultura en zonas con escases de agua o nutrientes”.


Esta economía circular se manifiesta en que si una industria agropecuaria, con una inversión marginal, instala una planta de generación de biogás, no sólo tendrá réditos económicos por la reducción de costos que puede implicar el contar con energía propia disponible. También tendrá la capacidad de tratar sus residuos orgánicos líquidos de una manera sustentable, disminuyendo la dependencia de las plantas de tratamiento de riles y cumpliendo ampliamente con la normativa ambiental y generando un círculo virtuoso en la huella de carbono.


Por otra parte, en los últimos años han existido grandes dificultades con las comunidades para poder aprobar y desarrollar rellenos sanitarios. Se calcula que aproximadamente el 40% de estos rellenos urbanos corresponden a desechos orgánicos, por lo que, de desarrollarse los modelos de negocio en la industria de la basura considerando el tratamiento de este tipo de residuos, no sólo permitiría generar una importante cantidad de energía alternativa, sino además prolongar la capacidad de estos rellenos por períodos de tiempo más largo que los calculados inicialmente, lo que significaría reevaluar la necesidad de aprobar y construir nuevos rellenos.


Se trata entonces, de generar las condiciones normativas, políticas y de negocio para incorporar la tecnología a estos procesos y, así, enfrentar debidamente el problema de la basura en nuestro país y hacerlo de manera sustentable. | RS