Antucoya no descarta incorporar energías renovables a sus procesos y destaca la utilización de agua de mar sin desalar

Tal como ya lo están haciendo Los Pelambres y Zaldívar, Minera Antucoya (también del grupo Antofagasta Minerals) considera posible la incorporación de algún tipo de energía renovable para abastecer sus operaciones. Su visión es consistente con la optimización del uso de agua, la cual emplean sin desalar hasta en 7 procesos antes de su evaporación, con lo que -aseguran en la compañía- obtienen el máximo rendimiento del vital elemento a un menor costo de producción.

Con una visión centrada en la optimización de los recursos naturales, Minera Antucoya no descarta en un futuro (aunque todavía inexacto, pues aún existen contratos vigentes con otras generadoras), la energización de parte de sus procesos mediante la adquisición de energías limpias.


Es una constante que se viene dando en las operaciones del grupo Antofagasta Minerals, las que buscan abastecerse de energías renovables, como Los Pelambres y Zaldívar. Esta última a partir del 2020 empleará sólo energía solar, eólica o hidroeléctrica para sus operaciones, gracias a un contrato firmado con Colbún en junio de este año.


Así lo explicó a Reporte Sostenible el gerente general de Minera Antucoya, Leonardo González, quien agregó que, pese a que en este momento la Compañía no cuenta con este tipo de abastecimiento, es algo que consideran analizar a futuro. “Todas las compañías estamos mirando el día de mañana migrar al uso de energías renovables no convencionales. Antofagasta Minerals tiene una buena participación de energías renovables no convencionales. Nuestro grupo está mirando hacia allá, por lo tanto, nosotros también tenemos que pensar en cómo nos movemos hacia ese lugar”.


Al respecto el ejecutivo afirmó que “hoy día estamos trabajando en que nuestros procesos sigan siendo eficientes en el consumo de los recursos y en este caso, la eficiencia energética es importante”.


Agua de mar sin desalar


Otro de los procesos que han destacado en la compañía, es la utilización de agua de mar en su estado natural, evitando de este modo el consumo de agua dulce de las zonas aledañas en donde se encuentra emplazado el proyecto.  La utilización de agua de mar en su estado natural ha traído para Antofagasta Minerals importantes beneficios económicos, medioambientales y de eficiencia energética.


Con una trayectoria de 25 años dedicados a la minería del cobre y la realización de diversos estudios sobre la utilización de agua de mar sin desalar, el grupo fue pionero en Chile en implementar en la década de los 80 esta alternativa de suministro de agua industrial para los procesos en la primera de sus compañías: Minera Michilla. Luego le siguió a principios de esta década Esperanza, hoy denominada Minera Centinela y, por último, Antucoya, compañía inaugurada oficialmente en julio de 2017. Con ello han logrado generar importantes ahorros en costos asociados a la construcción de plantas desaladoras, y han disminuido el consumo de agua dulce, siempre escaso en las regiones donde se emplazan estos proyectos.


El aspecto económico es relevante cuando consideramos la inversión que requiere la construcción de una planta desaladora para estos fines, costos que pueden llegar a los US$3.400 millones, tal es el caso de lo que debió desembolsar BHP en la planta construida para desalar agua para las operaciones de Minera Escondida, inaugurada en abril de este año.  


En el caso de Minera Antucoya, la operación consideró desde la fase de diseño del proyecto el uso de agua de mar sin desalar. Hoy, ya en plena operación, la optimización del recurso es un aspecto clave para la Compañía, puesto que, desde que el elemento ingresa a la faena es utilizado en al menos 7 procesos, los que van desde el riego de caminos para evitar la polución, pasando por la concentradora, flotación y hasta los espesadores, tal como detalla el ejecutivo de la empresa: “Efectivamente en Antucoya esto tiene una ventaja importante, porque nosotros no tenemos que usar un proceso de desalar y eso de alguna manera también es eficiencia. Tampoco retornamos algún tipo de residuo al mar, todo se ocupa en la faena”.


Añade que la utilización de agua de mar sin desalar en sus operaciones es parte de la innovación y experiencia que han acumulado en Antofagasta Minerals.

“Hemos aprendido cómo operar con agua de mar directamente en los procesos y hoy, tras la venta de Michilla, lo tenemos implementado en Antucoya y en Centinela”, argumenta González.  


- ¿Por qué cree usted que otras empresas se esmeran en desalar agua en vez de utilizarla en su estado natural?

Lo que pasa es que son procesos de innovación, cuyo óptimo funcionamiento se logra cuando tú los consideras desde el momento en que concibes un proyecto minero. Yo creo que las compañías a lo mejor hacia el futuro podrían ir migrando a estos procesos, pero aquellas que ya están operando tienen que hacer un análisis y tomar la mejor decisión respecto a la mirada de su negocio. | RS