TotalEnergies, multinacional francesa, y HNH Energy, consorcio integrado por empresas austriacas y un fondo de inversión danés, atraviesan momentos clave en los procesos de evaluación ambiental de sus proyectos en el país.
La naciente industria del hidrógeno verde –en especial los proyectos más avanzados que integran la cartera por US$ 43 mil millones en iniciativas declaradas en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)- del país se juega su futuro en estos días.
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El próximo 29 de agosto vence el plazo para que HNH Energy, que impulsa una inversión de US$ 11 mil millones en la Región de Magallanes, presente su adenda en respuesta al primer Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones (Icsara).
Salvador Harambour, director ejecutivo de H2V Magallanes
Este hito es observado por la industria como una prueba de fuego para la capacidad de la empresa para dar respuesta a más de 1.000 observaciones, así como de su voluntad de seguir adelante.
En tanto, el próximo miércoles viene el turno de megaproyecto H2 Magallanes de TotalEnergies, el más ambicioso a la fecha con una inversión de US$ 16 mil millones. Hoy finaliza la etapa de participación ciudadana, que tendrá lugar tras la publicación de su primer Icsara. El resultado de este último proceso arrojó señales complejas para esa iniciativa y el conjunto de la industria.
Junto a los reparos de organismos como la Conaf, Monumentos Nacionales y la DGAC al informe, llamó la atención el tono de las observaciones de la Municipalidad de San Gregorio a la insuficiencia del
Estudio de Impacto Ambiental. “No aceptaremos una evaluación superficial que subestime los impactos profundos en nuestra conectividad, seguridad, tradiciones y calidad de vida”, manifestó la edil Jeannette Andrade.
Por un lado, fuentes del sector público consideran que esas observaciones son normales en iniciativas de esta escala: “Es muy esperable que un proyecto de esa envergadura tenga multiplicidad de preguntas en una primera consulta. No creo que tenga el efecto de desincentivar. Además, estamos en un clima marcado por la Ley de Permisos Sectoriales, y un propósito general de acelerar las inversiones”, dijo el gobernador de Magallanes Jorge Flies.
Por otro, desde el ámbito privado puntualizan que estos primeros pronunciamientos de las autoridades locales no están en sintonía con el objetivo declarado por el Gobierno central y regional en favor de la consolidación de la industria. Esto, en un escenario de siete proyectos en el SEIA –tres de ellos en Magallanes, donde otros siete están reuniendo información- de un total de 77 iniciativas propuestas en el país.
“Va a haber por lo menos unos tres o cuatro proyectos que van a presentar sus adendas y dados los plazos que tenemos para la evaluación de estos proyectos, estarían en condiciones de ser aprobados durante este año o a principios del próximo. Hay varios candidatos posibles”, señaló Marcos Kulka, director ejecutivo de H2 Chile, coorganizadora de Hyvolution Chile 2025.
Los riesgos
Las decisiones para el futuro del sector en nuestro país tienen lugar en medio de una intensa reorganización global, marcada por reducciones de inversiones y cese de proyectos en Europa, EE.UU. y Australia. En paralelo, Asia sigue dinámica con grandes iniciativas de apoyo a la demanda en India y el auge de China con ocho proyectos asociados a la producción de metanol y amoniaco, destacó Kulka.
“En este rebaraje hay países que sí se están posicionando y van a aprovechar la oportunidad. Esto pone aún más presión y lo vemos con nuestros competidores. Por ejemplo Brasil, que pasó al número uno del ranking en América Latina de la consultora Hinicio, donde siempre había estado Chile, y Perú, donde ya se aprobó un proyecto con la misma configuración de producción de amoníaco de grandes desarrollos que en Magallanes”, indicó Kulka.
Desde este balance, advirtió: “pese al esfuerzo público-privado y la voluntad del Gobierno, existe un gran riesgo de que esta industria, con su cartera de US$ 40 mil millones, finalmente no se dé si no hacemos las cosas bien, nos entrampemos en procesos interminables de aprobación de proyectos que los hagan inviables y Chile pierda definitivamente esa oportunidad. Eso es real”.
En ese escenario con “inversionistas dispuestos a invertir”, Salvador Harambour, director ejecutivo de H2V Magallanes, enfatizó que “es preocupante que luego de cuatro o cinco años trabajando en recoger información, levantar líneas base y muchos estudios con inversiones de decenas de millones de dólares para ingresar su proyecto al sistema, y luego sin tener la certeza en cuanto a si al presentar adendas para responder las consultas de autoridades o entidades, eso va a ser suficiente o pueden estimar que hace falta aún más estudios”.
Desde su diagnóstico, las postergaciones “de la regulación chilena medioambiental nos hace perder competitividad y otros países nos van a pasar antes de que acá se ponga una primera piedra», Harambour subrayó que «esto que llaman permisología es un lastre, y estamos poniendo a prueba la paciencia de los inversionistas, lo que es complejo”.
Fuente: chile.hyvolution.com
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