Energía renovable no convencional termina el año con récord de 32% de participación durante el 2022, y de 55% considerando todas las fuentes verdes.
(El Mercurio) Siguiendo la senda de crecimiento, el sistema eléctrico nacional se prepara a cerrar 2022 con una nueva alza en la generación renovable no convencional, impulsada principalmente por fuentes eólicas y solares, las que según cifras del Coordinador Eléctrico Nacional, se empinan por sobre el 32%, es decir, 6 puntos porcentuales por sobre lo visto en el último ejercicio.
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El listado es liderado por fuentes solares, con más de 14 TWh, seguido por centrales eólicas, minihidros de pasada, y biomasa. Pero además, el uso de estas unidades ha ido desplazando la utilización de fuentes térmicas, que según los datos del coordinador, cayeron 16%.
“La combinación de estos hechos, nos dan cuenta de un año que capitaliza el trabajo de una década de avances y señales para la inversión prorrenovables junto con una mayor hidrología presente en el sistema, lo que nos permitió desplazar generación térmica en ese 16,3%”, explican desde Acera.
Asimismo, la Asociación de Generadoras destaca que si se consideran todas las fuentes renovables, el indicador llega a 55% versus el 46% de 2021, por lo que por primera vez en más de 15 años, se generó más electricidad de fuentes renovables que de fuentes térmicas.
No obstante, el presidente del gremio, Claudio Seebach, adelanta que en 2023 el sistema eléctrico seguirá viviendo los impactos externos como internos, como la guerra en Ucrania o la situación de la pandemia en China. “En Chile, continuaremos viendo una situación hidrológica afectada por la persistente sequía de la última década, junto con desafíos en el sistema de transmisión que genera desacoples de precios y la necesidad de recortes de generación de energía renovable, la que debe ser suplida por otras fuentes, y a mayor costo, afectando el mercado de energía de corto plazo”, indica Seebach.
Ante el crecimiento de la demanda por renovables y para seguir aumentando este indicador, Acenor, gremio que reúne a los grandes clientes libres, indica que es fundamental que los usuarios de energía puedan acceder a un suministro confiable, y a precios competitivos.
“Eso se consigue, en el corto plazo de manera costo-eficiente, haciendo nuestro sistema eléctrico más flexible para la incorporación de energía renovable. También es fundamental que se optimice la cantidad de centrales térmicas que están operando a mínimos técnicos, y que las energías renovables comiencen a aportar servicios complementarios, al mismo tiempo que mejoran sus pronósticos de generación variable”, sostiene el director ejecutivo de la agrupación, Javier Bustos.
El gerente general de Ecom Energía, Sebastián Novoa, anticipa que para el próximo ejercicio, se visualizan dos escenarios, el primero son las condiciones habilitantes para el ingreso de más energía renovable al sistema, y el segundo, permitir al usuario final ser el actor protagonista de la transición energética. “Lo anterior se refiere a la necesidad de poder avanzar en una descarbonización en la que ingrese más energía de la que sale y en la que no se generen desequilibrios que afecten al usuario final”, dice Novoa.
Otro de los datos que ofrece el coordinador a un día de que termine el año, tiene que ver con que la demanda energética del sistema cerrará con un crecimiento de solo 1,8%, indicador que en 2021 fue de 4,8%, ejercicio en el que además se vislumbró un alza de la mano de la recuperación pospandemia.
Para el gerente general de la consultora Valgesta, Ramón Galaz, la situación sanitaria generó una distorsión en las tasas de crecimiento. “Es posible interpretar que aún hay un proceso de ajuste que se está dando, además, cuando uno hace un análisis, la demanda se explica principalmente por la tasa de crecimiento de la economía, tienden a estar correlacionados, aun cuando está lo de la pandemia. Nosotros hemos proyectado que todavía hay un período de ajuste poscovid, que se suma al momento económico que vive el país, que ha llevado al indicador hacia el piso de las proyecciones. En 2023 el sistema seguirá teniendo factores de ajuste, fuertemente influido por cómo se comporte la economía, por lo que uno podría esperar que sigamos viendo crecimiento, pero ajustado”, asegura Galaz.
Fuente: El Mercurio
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