Paneles fotovoltaicos semitransparentes instalados en un invernadero permiten cosechar sus primeros frutos

El proyecto denominado “Invernadero Fotovoltaico Semitransparente Piloto” tiene por objetivo evaluar la potencialidad de la tecnología fotovoltaica en aplicaciones agrícolas y comparar las tecnologías FV convencionales (opacas) y semitransparente en el contexto técnico económico regional.

Los avances en la tecnología fotovoltaica están logrando adecuarse a las diferentes necesidades y requerimientos según sea el tipo de usuario y área productiva en la cual se desempeña.


En el caso de la agricultura, por ejemplo, es vital la superficie disponible para los cultivos y su exposición al sol, por ello, en el último tiempo se han realizado pruebas con sistemas fotovoltaicos en altura.


Pero una última investigación podría cambiar esa innovación. Se trata de los paneles fotovoltaicos semitransparentes, cuyo diseño permite el paso de la luz solar en un 20%.


Para probar su efectividad, la Universidad de O'Higgins (UOH), con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de O'Higgins, puso en marcha un proyecto denominado “Invernadero Fotovoltaico Semitransparente Piloto”, cuyo objetivo es evaluar la potencialidad de la tecnología fotovoltaica en aplicaciones agrícolas y comparar los sistemas FV convencionales (opacos) y los semitransparente en el contexto técnico económico regional.


La idea es aprovechar el suelo agrícola para la generación de energía eléctrica logrando, al mismo tiempo, un óptimo desarrollo y rendimiento del cultivo, así como también, lograr una reducción de los costos de producción al utilizar energía autogenerada en procesos propios del invernadero.


El proyecto posee 2 unidades pilotos: una unidad ubicada en el Campus de Colchagua de la Universidad de O'Higgins (San Fernando), con la construcción de 2 invernaderos, uno equipado de paneles fotovoltaicos convencionales y otro equipado de paneles fotovoltaicos semitransparentes. Bajo dichos invernaderos, se comparan el rendimiento energético de cada sistema en distintas condiciones (época del año, hora del día, nivel de limpieza de los paneles, etc.) como también los rendimientos agronómicos de dichos sistemas (en cultivos de tomates, zapallos, lechugas).


La otra unidad fue habilitada con paneles fotovoltaicos convencionales y está ubicada en el huerto de arándanos de Agrícola La Torre ubicado en Rengo. Bajo la estructura tipo parrón se evalúa el crecimiento del cultivo en comparación a las plantas que crecen a campo abierto.


En el invernadero son sistemas FV convencionales, se cubrió la mitad del techo con paneles, de modo de dejar pasar luz al interior del invernadero, para lo cual se utilizaron 22 paneles policristalinos de 270Wp.


En el invernadero que utiliza sistemas FV semitransparentes, se cubrió la totalidad del techo con este nuevo tipo, utilizando 48 paneles de capa fina al 20% de transparencia de 110Wp.


La iniciativa presenta una oportunidad para el sector hortofrutícola, de poder evaluar la rentabilidad y eficiencia de la instalación tanto de paneles fotovoltaicos convencionales y semitransparentes, con el fin de que, a futuro, las empresas hortofrutícolas puedan instalarlos sobre sus invernaderos, sin tener que dedicar una parte de suelo exclusivamente a la producción energética, como también poder extender el uso de estas tecnologías a más producciones frutícolas.


Por otro lado, la producción bajo invernaderos y la autogeneración de energía eléctrica, favorece enormemente la productividad y eficiencia de los cultivos, además de hacerlos más resilientes a los efectos del cambio climático.


El piloto de este proyecto comenzó en marzo de 2018 y culminará en marzo de 2020. | RS