relleno o simplemente queden esparcidas en el medio ambiente. Con la entrada en vigencia de la ley REP la cual será un impulso obligado al fomento del reciclaje, 2023 será un año en el cual se iniciará un proceso en escalada, y creo que es una gran oportunidad para hacer un cambio sustancial para el futuro de nuestro país.
- ¿Qué tan comprometidas ve usted a las diferentes industrias del país con el medio ambiente?
En términos generales, pienso que en Chile aún estamos al debe en esta materia. Si bien es muy fácil criticar a las empresas desde afuera, a groso modo la sociedad aún ve como en muchos sectores se fomenta el consumo lineal sin proponer, educar o incentivar a los consumidores a ser conscientes de que su comportamiento impacta directamente al medio ambiente. Tal como comentaba, la ley REP iniciará este proceso, sin embargo, a mi parecer no es suficiente. Creo absolutamente necesario que exista una mayor conexión público-privada que promueva este compromiso empresarial por el medio ambiente, que promueva las buenas prácticas y que facilite el camino hacia la economía circular.
- ¿Qué tan real es en Chile, llegar a conformar una alianza público-privada para fomentar la economía circular y el reciclaje, cómo lo que se observa en Europa, donde el Estado participa económicamente en estas iniciativas?
Hemos escuchado muchas veces que Chile va por lo menos 20 o 30 años retrasado en comparación con los países más desarrollados del mundo. Asimismo, sabemos que en algunos países de Europa, donde las tasas de reciclaje son considerablemente más altas, el Estado es parte clave en cuanto al financiamiento de empresas que aportan en la economía circular. Si bien hemos avanzado en esa dirección, quiero pensar en positivo y creo que en Chile sí existe la posibilidad de desarrollar una relación público privada considerablemente más robusta, que permita pavimentar el camino hacia una economía circular. Uno de nuestros objetivos primordiales como Anir es aportar desde nuestro conocimiento al desarrollo de las leyes, tal como lo hemos hecho desde los inicios con la ley REP, y sin duda la colaboración publico-privada es indispensable para acelerar nuestro avance como país.
- ¿Qué opina sobre esta afirmación: “El sector industrial debe asumir su responsabilidad y adoptar prácticas de producción más sostenibles, así como promover la reutilización y el reciclaje en sus procesos” (columna de Diego Bulnes, director de ANIR).
Estoy de acuerdo con la afirmación de Diego Bulnes, en el contexto de la puesta en marcha del decreto supremo de envases y embalajes de la ley REP, efectivamente las industrias estarán obligadas a asumir la responsabilidad que la ley les impone. Y esto es uno de los principios básicos que busca la ley 20.920, que las empresas que introducen productos prioritarios en el mercado, se hagan cargo de su recuperación una vez hayan sido consumidos. Esto se hará mediante los sistemas de gestión, los cuales administrarán los aportes económicos de las empresas que suscriban para lograr las metas y objetivos impuestos por la ley.
También hay que destacar que existen muchas empresas que ya han asumido su responsabilidad auto imponiéndose metas y objetivos considerablemente mayores a los que dicta la ley REP, y ciertamente son un ejemplo a seguir. Por último, complementar la afirmación de Diego Bulnes, comentando que creo que las industrias tienen el poder de generar cambios sustanciales en el comportamiento de los consumidores, buscando pasar de una economía lineal (extraer-consumir-desechar) a una economía circular que permita minimizar nuestro impacto con el medio ambiente, reduciendo nuestra extracción de materias primas vírgenes, reduciendo la generación de residuos, y propiciando el reemplazo de materias primas vírgenes por materias primas recicladas. RS
