El estudio, donde participó el académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Dr. Jorge León-Muñoz, determinó que los patrones de cambio en los caudales del río Puelo están gobernados principalmente por el cambio climático, siendo un centinela de sus impactos hacia otros ríos y sistemas costeros de la Patagonia Norte.
Un estudio recientemente publicado en la revista Frontiers in Marine Science y liderado por el Dr. Jorge Muñoz-León, académico de la Facultad de Ciencias UCSC, analizó el impacto conjunto del cambio climático y del cambio de la cobertura de uso de suelo sobre los aportes de agua dulce del río Puelo al Fiordo Reloncaví.
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El objetivo principal de la investigación fue lograr aislar los impactos del cambio climático sobre el comportamiento hidrológico del río Puelo, de aquellos que son propios del cambio del uso de suelo que se ha generado en su cuenca hidrográfica.
El estudio se realizó considerando toda la cuenca binacional del río Puelo (más de 9 mil km2) y área directa de influencia en el Fiordo Reloncaví. “Evaluamos si las alteraciones que ha sufrido el paisaje de la cuenca del río Puelo, sumado a la mayor variabilidad climática, ha afectado significativamente el aporte de agua dulce de este río al Fiordo Reloncaví”, enfatizó el científico.
“La importancia de esta área de estudio radica en que el río Puelo es uno de los ríos más caudalosos de Chile y el Fiordo Reloncaví es un sitio que históricamente ha sostenido una alta producción de salmones y provee gran parte de las semillas de choritos que sostiene a la industria mitilicultora de Chile”, comentó el Dr. Jorge León-Muñoz.
A nivel de calidad, el estudio consideró el análisis de la serie histórica de caudales del río Puelo y el monitoreo de calidad de agua que se realizó durante 2 años en el Fiordo y en gran parte de la fracción chilena de la cuenca. De forma complementaria se analizaron las cicatrices de los incendios ocurridos en esta cuenca durante las últimas 3 décadas, así como también los procesos y patrones de cambio de uso de suelo.
“Este río es muy prístino, realmente uno de los más limpios del país. Esto refleja claramente el rol del bosque nativo, una real esponja, que entrega una provisión de agua dulce estable y de alta calidad”, complementó el Dr. Jorge León-Muñoz.
Al entrar al Fiordo de Reloncaví, el río Puelo genera una fuerte estratificación de la columna de agua, funcionando prácticamente como río en superficie y un sistema marino en profundidad, es evidente el agua dulce no se pierde en el mar.
Predicciones del estudio
Con el paso de los años los registros de caudal del río Puelo muestran fuertes cambios. Respecto a esto, el investigador señaló: “En los últimos 70 años, el caudal del río Puelo ha decrecido de forma significativa, en un orden de un 5 % de decrecimiento por década en los periodos de verano y otoño. Además determinamos un cambio en el régimen hidrológico, identificando un cambio en los máximos eventos de caudal, desde invierno como acontecía habitualmente, hacia primavera como ha acontecido durante las últimas décadas, donde además las crecidas son menos prolongadas”.
A nivel de cuenca, los investigadores montaron un modelo hidrológico para evaluar el impacto conjunto del cambio climático y del cambio de la cobertura de suelo sobre los aportes de agua dulce del río Puelo al Fiordo Reloncaví. Respecto a este punto, el Dr. Jorge León-Muñoz afirma que “pese a que hemos intervenido las cuencas de los ríos de la Patagonia Norte, nuestra intervención aún no alcanza un grado de afección tal que hubiese alterado significativamente los regímenes y la calidad de agua de los ríos que ingresan al mar”.
Esto constituye en un buen pronóstico, ya que si bien el clima va a continuar cambiando durante las próximas décadas en el río Puelo y en los otros ríos de la zona norte de la Patagonia, si se logra mantener e idealmente proteger sus cuencas, los impactos no serían maximizados por otras alteraciones. Estos resultados refuerzan la idea de que el río Puelo es un real centinela del cambio climático.
De esta manera, los investigadores recomiendan avanzar en las acciones de protección y manejo de las cuencas hidrográficas de la Patagonia Norte. Una oportunidad es la campaña que se inició en 2019, donde participa la comunidad de Cochamó y más de 39 organizaciones para establecer una reserva de agua en la cuenca del río Puelo (#PueloReservadeAgua).
“Conservar los ríos, nos fuerza a conservar sus cuencas y entender que con ellos preservamos funciones ecosistémicas claves en los sistemas costeros donde desembocan, más aún en escenarios de cambio climático, donde independiente del escenario de emisión esta cuenta transitará hacia un clima más seco y cálido”. Además, tenemos la ventaja de que las cuencas aún mantienen un alto nivel de conservación, por lo cual aun tenemos que proteger”, concluye el Dr. Jorge León-Muñoz.
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