“Aún está el desafío de reducir los costos de producción del hidrógeno verde. Por esta razón los países desarrollados buscan nuevos países para hacer sus inversiones de largo plazo e instalar sus proyectos, ganando terreno aquellos -como Chile- que tienen ventajas a la hora de producir energías renovables (solar y eólica) que permitirán menores costos para la operación de las plantas”.
Dr. Lorenzo Reyes-Bozo
Decano Facultad de Ingeniería, Director Grupo de Investigación en Energía y Procesos Sustentables Universidad Autónoma de Chile
La producción de hidrógeno verde o renovable está asociado a fuentes renovables de energía, en particular, a partir de energía solar y eólica, existiendo distintas tecnologías para producir energía eléctrica a partir de estas fuentes renovables. Chile posee los recursos renovables, en cantidad y calidad suficientes, para soportar el desarrollo industrial del hidrógeno verde. La crisis climática que afecta al planeta hace urgente transitar hacia energías limpias para combatir el cambio climático. Con ello, los países industrializados ven en el hidrógeno verde un vector energético prometedor, obtenido a partir de fuentes renovables y sin emisiones contaminantes.
“Chile posee los recursos renovables, en cantidad y calidad suficientes,
para soportar el desarrollo industrial del hidrógeno verde”
En el caso de los europeos, la apuesta por el hidrógeno verde se explica por la necesidad de reducir la dependencia de la región del gas ruso, sobre todo después de la guerra. Así, el hidrógeno verde promete seguridad energética, así como nuevas economías regionales potenciales para las energías renovables.
Estados Unidos y los países asiáticos, ven en el vector energético hidrógeno una alternativa viable para descarbonizar sus economías. En particular, se prevé su utilización en el transporte, industria (como materia prima, producción de combustibles sintéticos, amoníaco verde, explosivos, entre otras) y en fundiciones para producción de acero, cobre y otros metales. Estos sectores industriales son muy demandantes de energía, por ello, el uso de hidrógeno verde permitirá su descarbonización.
“Se prevé su utilización en el transporte, industria (como materia prima, producción de combustibles sintéticos, amoníaco verde, explosivos, entre
otras) y en fundiciones para producción de acero, cobre y otros metales”
La energía es un factor clave para el desarrollo de los países, por ello, el control geopolítico de la energía es fundamental, considerando que los combustibles fósiles disminuirán su participación en la matriz energética a nivel global. Esto lo ratifica el ingreso de los países árabes en la carrera de las energías limpias y la producción de hidrógeno verde, ya que consideran a este combustible como esencial para mantenerse como grandes potencias energéticas y conservar su influencia cuando la demanda de combustibles fósiles disminuya.
Sin embargo, aún está el desafío de reducir los costos de producción del hidrógeno verde. Por esta razón los países desarrollados buscan nuevos países para hacer sus inversiones de largo plazo e instalar sus proyectos, ganando terreno aquellos -como Chile- que tienen ventajas a la hora de producir energías renovables (solar y eólica) que permitirán menores costos para la operación de las plantas.
“Países desarrollados buscan nuevos países para hacer sus inversiones
de largo plazo e instalar sus proyectos, ganando terreno aquellos -como
Chile- que tienen ventajas a la hora de producir energías renovables”
Por lo tanto, la búsqueda de suministro energético libre de emisiones, de manera estable y sostenible, no solo tiene implicaciones energéticas, sino también geopolíticas, redefiniendo las dinámicas de poder y cooperación en la era post-combustibles fósiles.
Colaboración de:
Dr. Lorenzo Reyes-Bozo
Decano Facultad de Ingeniería
Director Grupo de Investigación en Energía y Procesos Sustentables
Universidad Autónoma de Chile
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