Asociaciones forestales, de biomasa y madereras de Chile criticaron el proyecto que busca regular la prevención de incendios forestales y rurales por “no entregar nuevas herramientas preventivas ni asumir las brechas en la lucha contra la intencionalidad y la negligencia”.
En una carta abierta enviada a nuestro medio, 5 asociaciones forestales, madereras y biomasa de Chile, manifiestan su postura en relación al proyecto de ley de incendios forestales y rurales por “no entregar nuevas herramientas preventivas ni asumir las brechas en la lucha contra la intencionalidad y la negligencia, y tampoco considerar un apoyo suficiente para las zonas rurales afectadas por incendios, especialmente para los pequeños propietarios”.
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Desde el mundo de la madera creemos que es urgente contar con una ley de incendios que esté realmente a la altura del problema que enfrentamos como sociedad. Es decir, un cuerpo legal que entregue capacidades al Estado, y a los respectivos propietarios, para PREVENIR la ocurrencia de incendios, COMBATIR con recursos adecuados y reducir la propagación del fuego, INVESTIGAR las causas y perseguir la intencionalidad, y RECUPERAR las zonas afectadas por los incendios. La prevención, el combate, la investigación y la recuperación son componentes fundamentales de una gestión integral de incendios forestales y rurales.
El actual proyecto que busca regular la prevención de incendios forestales y rurales (Boletín 16335-14) se concentra principalmente en reducir la propagación, no abordando integralmente el ciclo completo de manejo de incendios. No entrega nuevas herramientas preventivas ni asume las brechas en la lucha contra la intencionalidad y la negligencia, y tampoco considera un apoyo suficiente para las zonas rurales afectadas por incendios, especialmente para los pequeños propietarios. Todos estos elementos, no presentes en el actual proyecto, se han transformado en criterios comunes en las legislaciones de punta, como en la Unión Europea. Chile merece una buena ley de incendios, no nos equivoquemos.
De cara a la discusión que está actualmente en el Congreso, declaramos:
1. Chile necesita una ley de incendios que persiga la intencionalidad. El actual proyecto no aborda la intencionalidad y, por el contrario, responsabiliza a propietarios agrícolas y forestales ante posibles incendios, sin tomar en cuenta los verdaderos factores que inciden en la ocurrencia de estos. El foco del proyecto de ley está puesto en la gestión de combustible que realicen los propietarios y no en perseguir a los reales responsables de la ocurrencia de los incendios. La ley debe considerar a los propietarios como afectados y no culpables de los incendios.
2. Chile necesita una ley de incendios que promueva la recuperación. El proyecto omite cualquier apoyo para la recuperación de la vegetación afectada si ésta tiene un objetivo comercial de producción maderera. No se concibe la superación de una catástrofe de este tipo, si no integramos la recuperación ecológica y productiva de las superficies quemadas. Luego de los incendios, miles de personas quedan sin sus fuentes de trabajo y sin ningún apoyo por parte del Estado para volver a pararse frente a la adversidad. Esto no sólo genera un perjuicio directo en las vidas de miles de familias, sino que también afecta a las economías locales y regionales.
3. Chile necesita una ley de incendios que no restrinja la libertad de los pequeños y medianos propietarios, ni afecte el derecho de propiedad. El proyecto en su Título II limita la decisión del propietario sobre qué plantar nuevamente en los terrenos afectados por los incendios, perjudicando directamente en su libertad a los dueños, obligándolos a someterse a lo que defina la autoridad. Por otra parte, los artículos 24 al 28 del proyecto de ley incorporados recientemente, podrían atentar contra el derecho de propiedad y distorsionar la función social de ella. Debemos contar con una legislación que responda realmente a los problemas de las y los chilenos, y no que signifique más trabas para los afectados.
4. Chile necesita una ley de incendios que fortalezca el combate y potencie la labor de los brigadistas. El actual proyecto no entrega facilidades para la lucha contra los incendios forestales, tales como el acceso a predios o el uso de fuentes de agua cercanas al incendio. En cuanto a las personas que combaten los incendios, no se incorpora un régimen laboral de los jefes de brigada y de los asistentes de operaciones que faciliten el combate nocturno, como tampoco el combate aéreo nocturno, ni se explicitan medidas de seguridad ante ataques a los combatientes terrestres y aéreos.
5. Chile necesita una ley de incendios donde las normas sean para todos. En nuestro país hay 23.000 propietarios de plantaciones y más de 90.000 propietarios de bosque nativo, por lo mismo se debe considerar que las normas que se acuerden no solo deben ser para las plantaciones, ya que, al ser combustibles, ambas especies están expuestas a quemarse. El estado es el mayor propietario de bosque en Chile y debe ser parte no solo de la fiscalización, sino que también debe cumplir su rol de propietario.
Chile necesita una ley de incendios que prevenga catástrofes como la ocurrida este verano en la región de Valparaíso, que costó la vida de 133 compatriotas y que aún no tiene responsabilidades tras el origen y manejo de la emergencia. Esta tragedia con el actual proyecto no se habría evitado, porque con su enfoque reduccionista, no se hace cargo de la realidad urbana que hay en la interfaz.
Chile necesita una buena ley de incendios. No simplifiquemos un problema complejo, no nos equivoquemos.
Firmantes de esta declaración:
Asociación Chilena de Biomasa – AChBIOM
Asociación de Contratista Forestales – Acoforag Asociación de Propietarios de Bosque Nativo – Aprobosque Colegio de Ingenieros Forestales – Cifag
Corporación Chilena de la Madera – Corma
Pequeños y medianos industriales de la Madera – PymeMad Sociedad Agrícola de Biobío A.G - SOCABIO AG.
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