El Hidrógeno y la Economía Circular

“Ya no podemos caer en los mismos errores y engaños adoptados por nuestro confort y es de justicia para con nuestra supervivencia introducir dos conceptos claves: economía circular y sostenibilidad”.

 

 

 

 

 

 

Mario Gómez

Director H2 Chile y presidente TCI GECOMP

Durante demasiados años hemos estado viviendo por encima de las posibilidades que nos ofrecía nuestro planeta. Sin ningún tipo de reparo, hemos contaminado nuestro hogar hasta un punto que parece ser irreversible. 

El modelo productivo que se estableció en la Revolución Industrial y que perdura hasta nuestros días ha generado mucha riqueza, pobreza localizada, pero especialmente daño a la Tierra. 

 

En esta civilización Lineal, potenciada por los intereses del petróleo, se ha diseñado un sistema de extracción localizada de recursos, importación de los mismos con poco valor añadido en la industria de los países de destino donde se queda solo el residuo contaminante, ha sido seguido por otros modelos productivos como la manufactura focalizada en países de bajo costo de mano de obra, donde nuevamente los países receptores consumen y se quedan con los residuos almacenándolos o quemándolos sin darle un valor añadido y generando una dependencia unilineal con grandes desajustes en las balanzas comerciales.

 

Eventos ocultados por los grandes intereses económicos y seguidos por la política hasta lo absurdo del cinismo como: el cambio climático, la contaminación de los mares, la deforestación, los desequilibrios medioambientales, la desaparición de especies animales y vegetales, ya no tienen posibilidad de amortización.  

Ya no podemos caer en los mismos errores y engaños adoptados por nuestro confort y es de justicia para con nuestra supervivencia introducir dos conceptos claves: economía circular y sostenibilidad. Para dejar la menor huella de carbono posible y optimizar todos nuestros esfuerzos, hemos de exprimir nuestra capacidad como sociedad para conseguir la máxima eficiencia.

 

El mayor reto del futuro será que todo el sistema gire en torno a la economía circular, pero sin caer ya en la doctrina de alargar los objetivos a un futuro considerado como un espacio temporal anacrónico. Nuestra civilización, con el estímulo preciso ya mide el futuro en mucho menos tiempo, los pensadores exponenciales lo tenemos claro, “no podemos actuar ni pensar de forma lineal en un mundo que crece exponencialmente”. Con la suficiente perspectiva histórica ver el futuro es mas fácil y se hace cierto el lema “Lo Imposible es Inevitable”.

 

No hay error, solo olvido, no hay desconocimiento solo desinterés, todo lo que necesitamos para hacer el cambio se llama conciencia, de aquí en mas lo que venga aportará mayores cotas de excelencia.

Quemar combustibles contaminantes y votar a los residuos será un concepto, valga la redundancia, residual. 

 

El alma de este modelo económico reside en la imagen mental de un círculo. Todo tiene un segundo uso, una nueva reutilización. De esta manera se reduce la cantidad de residuos que generamos y se emplea para generar riqueza, energía, etc… Todo esto contribuyendo a una economía sostenible que no dañe al medio ambiente. Si sumamos las energías limpias a la economía circular, podríamos estar hablando del cóctel perfecto en términos de sostenibilidad. 

 

En nuestra mano está el acoger esta nueva forma de hacer las cosas. De ello dependerá no solo el rumbo de hoy sino el futuro de los que están por venir. Es nuestra responsabilidad dejar un mundo limpio y con métodos sostenibles a nuestros sucesores. Será un gran reto para nuestra sociedad y no habrá nada mejor que, con el paso de los años, nos recuerden como una sociedad que dejó un mundo más limpio y mejor a los que venían de camino. 

El hidrógeno, como vector de energía circular y potenciador de la simbiosis industrial, ofrece un cambio radical, ya por eso se acuñó el término “Civilización del Hidrógeno” porque eso es lo que es, un cambio de paradigma de orden mundial.

 

El Hidrógeno Verde es un precursor de la descontaminación del planeta y es también un vertebrador de la descentralización energética e industrial por lo que aplica a ser parte de la redistribución de la riqueza de manera mas justa.

Este vector energético, aprovecha el recurso renovable de cada país y el agua para generar no solo energía, sino también una fuente de desarrollo industrial y agronómico de forma sustentable, colaborando de forma directa en la descarbonización del planeta y por tanto, iniciando la recuperación de la salud de nuestra casa, la Tierra.

 

Mario Gómez es Ingeniero Técnico Industrial, mención Electricidad y Electrónica por la Universidad española de Jaén es diplomado en Prevención de Riesgos Laborales y Magíster en Energías Renovables.

 

Tiene 25 años de experiencia en distintas industrias: Ingeniería, construcción y dirección de obras civiles, deportivas, industriales y energéticas. Es fundador, desde el año 2002, de empresas de Ingeniería y Construcción en España, Perú, Chile, Uruguay y Argentina y en la actualidad es Presidente del grupo TCI con presencia en Europa y Latinoamérica dedicado al diseño y construcción de plantas de energías renovables y a la promoción de las nuevas tecnologías del Hidrógeno Verde.

 

Mario es residente chileno desde 2013, tiene la responsabilidad de transformar el grupo TCI en uno de los principales actores en el diseño y construcción de instalaciones de generación y distribución del Hidrógeno verde en Chile y el resto de Latinoamérica desde su experiencia internacional y como representante de la empresa en las Asociaciones del Hidrógeno de España y Chile.