Según informaron desde la compañía, se están realizando las últimas revisiones del funcionamiento de la planta para comenzar con la inyección de hidrógeno durante los próximos días.
El plan comenzará con la mezcla progresiva de 1% al 5% de hidrógeno verde con el gas natural, en una primera etapa, pero que llegará a un 20%, en una fase posterior, lo que no requerirá de adaptaciones o ajustes en los artefactos de los usuarios.
La seremi valoró la innovación de este proyecto piloto en la Región de Coquimbo, al estar en línea con la Agenda de Energía, “donde el hidrógeno verde juega un rol fundamental en la descarbonización de las industrias y en la transición energética. Existe un plan de acción que contempla investigación y desarrollo para fomentar su despegue, ver la posibilidad de que haya demanda interna y la opción de exportar en un largo plazo. Es una iniciativa importante que contribuye a que las familias puedan usar esta energía y disminuir las emisiones de CO2, aportando a la conservación del medio ambiente”.
Castillo indicó que se espera que el hidrógeno verde tenga oportunidades de crecimiento en regiones intermedias del país. “Nuestra región tiene grandes ventajas, como el viento y sol para producir hidrógeno verde, de manera de bajar los costos de producción y ser más competitivos”.
Por su parte, Jorge Matamala, subgerente general de Gas Valpo Energas, explicó que el hidrógeno se obtiene mediante el proceso conocido como electrólisis, que separa la molécula de hidrógeno (H) del oxígeno (O), a partir una molécula de agua (H2O). El proyecto libera el oxígeno a la atmósfera y almacena el combustible para su posterior mezcla e inyección a la red de gas. Para ello se utiliza energía eléctrica renovable de una planta fotovoltaica de 8 kW.
“Tenemos una visión de nuestros accionistas, de largo plazo, que es migrar nuestro suministro a gases renovables. El hidrógeno verde es el futuro, por lo tanto, éste es un piloto para demostrar a Chile y al mundo de que es factible, y en una primera etapa, mezclar hidrógeno verde con gas natural, y ya a muy largo plazo, operar solamente con hidrógeno, si es que llega a ser competitivo”, acotó.
Además, el proyecto cuenta con el monitoreo de la facultad de Ingeniería de la Universidad de La Serena, con el objetivo de comprobar la compatibilidad del hidrógeno verde con los materiales de las redes de gas y los artefactos de los clientes, además de medir la calidad de la combustión y la reducción de las emisiones.
Según Matamala, el plazo del proyecto es de dos años y medio, “con el que se espera demostrar que hay grandes beneficios al incorporar hidrógeno verde a las redes”.
