“El problema es que el hidrógeno ‘verde’ limpio siempre ha sido mucho más caro que su homólogo ‘gris’ sucio”, afirma Adithya Bhashyam, analista de hidrógeno en BloombergNEF.
“Cuando se trata de producir hidrógeno ecológico, los números están en nuestra contra”, afirma Bhashyam. “El hidrógeno gris, procedente del gas natural, cuesta entre 0,98 y 2,93 dólares por kilogramo. El hidrógeno azul, o hidrógeno producido con combustibles fósiles, pero sujeto a captura de carbono, cuesta entre 1,8 y 4,7 dólares por kilogramo. Y el hidrógeno verde, que se produce haciendo pasar una carga eléctrica por agua, cuesta entre 4,5 y 12 dólares por kilo. En todos los mercados que hemos estudiado, el hidrógeno verde es más caro que su homólogo gris”.
Punto de inflexión
Sin embargo, en su análisis más reciente del coste nivelado del hidrógeno, Bhashyam y su equipo descubrieron que el punto de inflexión está a la vuelta de la esquina. Según sus conclusiones, a partir de 2030, producir hidrógeno verde en una nueva planta podría ser hasta un 18% más barato que seguir explotando una planta de hidrógeno gris ya existente en cinco grandes economías del mundo.
“En Brasil, China, India, España y Suecia, el hidrógeno verde de las nuevas plantas empezará a ser más barato que el hidrógeno gris de las plantas existentes a finales de la década”, afirma Bhashyam. “Sorprendentemente, esto es cierto incluso para las plantas de hidrógeno verde construidas sin subvenciones”.
En comparación con las plantas de hidrógeno gris de nueva construcción, las perspectivas para el hidrógeno verde son aún mejores: para 2030, una nueva planta de hidrógeno verde supera al hidrógeno gris de nueva construcción en ocho de los 28 mercados modelados en la Actualización de Costes Nivelados de Hidrógeno 2023 de BNEF. Tampoco es probable que el hidrógeno verde se vea superado por el azul. “Utilizando sistemas alcalinos fabricados en Occidente, el hidrógeno verde supera al azul en 2030 en todos los mercados, salvo en unos pocos”, afirma Bhashyam.
Caída del precio
La drástica caída del precio del hidrógeno verde se debe a dos factores clave: las economías de escala y las políticas de apoyo. “Cuantos más electrolizadores se instalen, más baratos serán”, afirma Bhashyam.
En cuanto a la política, es probable que la desgravación fiscal para el hidrógeno limpio prevista en la Ley de Reducción de la Inflación de EEUU -que no tiene límite presupuestario y, por tanto, puede ofrecer financiación a tantos proyectos como cumplan los criterios de emisiones- tenga un enorme impacto en la producción de hidrógeno verde del país.
La UE también tiene previsto crear este año un “Banco de Hidrógeno”, un mecanismo de subvención para proyectos a escala comercial similar al IRA pero con un presupuesto fijo.
“El hidrógeno verde no es la primera tecnología limpia más barata que los combustibles fósiles existentes”, observa Bhashyam. “La generación solar y eólica ya son más baratas en muchos mercados que la energía basada en combustibles fósiles. Pero que el hidrógeno, que durante tanto tiempo ha sido el más caro en lo que se refiere a generación de energía respetuosa con el clima, pueda unirse a ese grupo… bueno, eso está muy bien.”
Fuente: elperiodicodelaenergia.com
