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EDICIÓN ESPECIAL
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Ministra Jiménez y el futuro de la biomasa en Chile: "Vislumbramos cambios importantes para este mercado"
En entrevista con Reporte Sostenible, la titular de Energía adelantó que el proyecto de ley que regula la leña y otros biocombustibles sólidos se encuentra en su etapa final para ser ingresado al Congreso, el cual busca establecer requisitos y condiciones para la producción, transporte, comercialización y consumo de biocombustibles sólidos en nuestro país, con el fin de proveer energía térmica de forma eficiente, limpia y segura. Por otra parte, manifestó que el uso de leña húmeda constituye el 90% de las emisiones de material particulado fino a nivel nacional.
Reporte Sostenible, 01 de junio de 2019
La ministra de Energía, Susana Jiménez, conversó con nuestro medio sobre los alcances que tendrá el proyecto de ley de biomasa, el que, adelantó, está próximo a ser enviado al Congreso para su discusión, y sobre el real impacto que tiene este tipo de biocombustibles en el medioambiente
-Existen muchas voces que señalan que la utilización de biomasa no es la más apropiada, sobre todo en época de invierno cuando se disparan los índices de contaminación. Al respecto ¿cuál es la opinión del Ministerio?
Las ciudades del centro-sur del país se encuentran en una situación ambiental preocupante. Sus niveles de contaminación sobrepasan ampliamente la normativa de calidad ambiental.
La principal causa de esta problemática corresponde al mal uso de la leña para calefacción, contribuyendo con cerca del 90% del total de las emisiones de material particulado fino a nivel nacional, lo que impacta de manera significativa en la salud de la población.
Conscientes de esta situación, dentro de los 10 mega compromisos de nuestra Ruta Energética 2018–2022, incluimos el impulsar un proyecto de ley que regule el mercado de combustibles derivados de la biomasa tales como: leña, pellets, briquetas o astillas, también conocidos como biocombustibles sólidos. De este modo, esperamos transitar desde la situación actual hacia un mercado donde se haga un uso sustentable de éstos, no sólo mejorando su calidad e incorporando nuevas formas de utilizarlo, sino también generando las condiciones para formalizar este mercado. Este es un paso necesario para mejorar la calidad del aire en el centro sur del país, siendo una deuda pendiente de la cual nuestro Gobierno se hará cargo finalmente.
-¿Qué oportunidades de crecimiento y desarrollo observan para la industria de la biomasa en Chile?
En el ámbito de la generación eléctrica a gran escala, se estima que la incorporación de nuevos proyectos continúe a un ritmo moderado como ha ocurrido en el último tiempo, dado que se trata de un sector con años de desarrollo desde el punto de vista tecnológico.
Como ministerio, vislumbramos cambios importantes en el mercado de la biomasa como fuente de calor para el sector residencial, público y comercial, dado que el Proyecto de Ley de Biocombustibles Sólidos busca normar la calidad del combustible, formalizar el mercado, generar información para los consumidores y lograr contribuir de esta manera a reducir los impactos sobre la salud de las personas, derivadas principalmente del mal uso de leña, la que se consume actualmente con elevados contenidos de humedad y sin información sobre su poder calorífico.
Con este proyecto buscamos también regular otros biocombustibles sólidos como el pellet, las astillas y las briquetas, de manera que sean también una alternativa segura y de bajo impacto ambiental.
En este sentido, una adecuada política pública que integre calidad de combustible, una mejor tecnología para calefacción, mejoras en aislación térmica y educación, tendrán como consecuencia una disminución muy relevante en cuanto al impacto en los niveles de contaminación. Es imperioso entonces actuar con la rapidez que la ciudadanía demanda, contribuyendo a mejorar la calidad del aire y resguardar la seguridad y salud de las personas, reconociendo que la regulación de la leña es un tema complejo, porque requiere cambiar conductas arraigadas durante mucho tiempo.
-Sobre la organización de la industria de biomasa en el país ¿ésta cumple con los estándares requeridos, qué observaciones o mejoras plantearía el Ministerio?
Nuestro ministerio cuenta con un diagnóstico del mercado de la biomasa como combustible para el sector residencial y Pyme, y en él se observa un amplio uso de la leña, siendo su principal característica la baja calidad del producto, seguido por la intervención de muchos actores, desde el productor en el bosque, el transportista, el comercializador intermediario y en algunos casos el retail, hasta llegar al consumidor final.
La mayoría de la leña consumida en nuestro país, se estima en unos 12 millones de metros cúbicos estéreo al año, se comercializa sin estándares de calidad, en diversos formatos y con elevados contenidos de humedad, lo que, junto a otros factores, contribuye a los elevados índices de contaminación del aire que se observa en todas las ciudades del centro sur del país.
El Ministerio de Energía, mediante la implementación de la regulación busca crear las condiciones que permitan el desarrollo de un mercado formal y transparente, que genere empleos de mejor calidad, fomente la competitividad de las empresas y contribuya al desarrollo sostenible del sector energético nacional. Además, propone que las obligaciones sean establecidas de manera gradual y progresiva, tomando en consideración su impacto económico, social y la continuidad del suministro de energía.
-¿Cuáles son los avances que ha tenido el proyecto de ley de biomasa y qué proyección real existe para este año?
Actualmente, este proyecto de ley que regula la leña y otros biocombustibles sólidos se encuentra en su etapa final para ser ingresado al Congreso.
La normativa busca establecer requisitos y condiciones para la producción, transporte, comercialización y consumo de biocombustibles sólidos en nuestro país, con el fin de proveer energía térmica de forma eficiente, limpia y segura.
Hemos considerando el impacto económico y social de esta política pública y estamos convencidos que su necesaria regulación y formalización debe ser gradual, progresiva y discutida con la ciudadanía. En este marco, concluimos recientemente talleres de consulta ciudadana en ocho regiones del país, donde participaron productores, comercializadores, transportistas, consumidores, académicos, comunidades indígenas, líderes sociales, juntas de vecinos, carabineros y autoridades regionales. Cerca de 600 personas expresaron sus inquietudes en temáticas como programas de apoyo, fiscalización, plazos, estándares de calidad y requisitos para los actores del mercado.
Esto, sin duda, nos ha permitido ir avanzando. Los aportes de estas jornadas fueron fundamentales para la elaboración de este proyecto que busca transitar hacia una matriz de calefacción sostenible, que mejore la calidad de vida de la población. | RS