El conjunto residencial, que beneficiará a 80 familias de la Región de Valparaíso, usa materiales del sistema EIFS, un protocolo aislamiento por capas desde el exterior que se adapta a cualquier geometría de construcción.
El proyecto de viviendas sociales Villa Vista Alegre, emplazado en la comuna de La Calera, utiliza materiales de aislamiento que reducen en un 40% la pérdida de calor, otorgando una mayor eficiencia energética para la climatización de los espacios.
La tecnología, denominada EIFS y distribuida en Chile por Weber-Saint Gobain, consiste en un protocolo de aislamiento por capas, desde los muros exteriores, desarrollado para mejorar el confort térmico de las edificaciones y obtener otras múltiples funcionalidades de habitabilidad.
Financiado por el programa del Fondo Solidario DS49 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el proyecto contempla la construcción de cuatro torres, con un total de 80 departamentos de 57,7 metros cuadrados.
Las unidades disponen de tres dormitorios, un baño, cocina, logia, sala de estar y comedor juntos, y una terraza. Actualmente, la construcción tiene un 62% de avance.
Claudio Astorga, arquitecto de la constructora C3, a cargo de las obras, destacó que se trata de una iniciativa emblemática de viviendas sociales, tanto por la calidad de su diseño como por el uso de materiales que garantizan la sustentabilidad y calidad de la edificación.
“Nuestro objetivo es dignificar la vivienda social en Chile. Por ejemplo, la exigencia mínima es de 50 metros cuadrados y los departamentos tienen más de 57 metros cuadrados. Se importaron varios productos para la mejora de las viviendas, que tienen una linda estética y elementos como una puerta con reforzamiento de seguridad”.
Algunos de los beneficios apuntan a reducir los riesgos de filtraciones por humedad, la aparición de hongos por eventuales condensaciones entre los materiales aislantes e incluso ganar algunos centímetros en comparación a los sistemas de aislamiento instalados desde el interior. De la línea Weber-Saint Gobain, el proyecto utiliza todos los componentes de aislamiento (adhesivos y mallas de refuerzo, entre otros), impermeabilizantes de terraza y el grano y la pintura de la fachada.
Las torres son de hormigón armado y utilizan diversos productos adhesivos y de protección de fachadas de Weber. Astorga destacó que, gracias al uso de esta tecnología eficiente, las viviendas tendrán un mayor confort en su habitabilidad ante las temperaturas de la zona central. Además, permitieron dar cumplimiento y sobrepasar a la norma térmica exigida por la regulación chilena.
“De esta manera presentamos una vivienda que cumple no solo con los estándares del país, sino que destaca a nivel internacional. Incluso, muchas veces vemos edificios privados con valores sobre las 4 mil UF donde no se ven soluciones exteriores como esta. Buscamos entregar un producto de calidad y que dé dignidad a las familias. Si comparamos con los productos convencionales, el beneficio es del 100%”, añade el profesional.
Desde la constructora a cargo del proyecto esperan que, debido a las características de la construcción, los habitantes se beneficien de un menor gasto en climatización. El arquitecto Claudio Astorga afirma que, eventualmente, el consumo de electricidad, gas u otros combustibles será mucho menor, al necesitar encender durante períodos más breves los dispositivos para que la temperatura se mantenga.
Balance térmico
Juan Pablo Porras, jefe de Aislación Térmica y Fachadas de Weber-Saint Gobain, explicó que la tecnología EIFS (Sistema de aislación térmica exterior, en español) tiene un papel fundamental para optimizar el consumo energético en la calefacción y aire acondicionado. Su implementación consiste en adherir a los muros capas de adhesivo de alto desempeño físico y mecánico junto a poliestireno expandido.
La reducción del gasto de energía, con sistemas EIFS, se consigue gracias a varios principios que son mejorados al generar un aislamiento desde el exterior, como la reducción o eliminación de puentes térmicos, aislamiento de la estructura base con el clima exterior, relacionado también con la optimización del aprovechamiento de la inercia térmica de los muros de fachada, lo que, de paso, evita los puntos de condensación térmica superficial por el interior de los recintos, donde el vapor se convierte en agua. Por el contrario, cuando el aislamiento se instala por el interior, no existe un aprovechamiento íntegro del mismo, debido a todos los puentes térmicos que quedan sin protección en contacto con el exterior, teniendo el precedente que entre un tercio y un cuarto del calor de una vivienda se pierde por los muros, el método de aislamiento de muros incide directamente en la eficiencia energética global de la edificación.
“Esta solución entrega dos soluciones importantes a la vez: La primera, el control de procesos higrotérmicos, que podrían dañar las materialidades de muros de fachada y segunda un aumento significativo de la eficiencia energética de las viviendas. Además, permite al arquitecto la posibilidad de diseñar con versatilidad, porque tiene muchas armas para poder trabajar con diferentes geometrías, infinitos colores y múltiples texturas”.
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