El proyecto de hidrógeno verde más grande del mundo tendrá lugar en Austria

El principal productor mundial de acero, Voestalpine, anunció el inicio de la planta piloto de hidrógeno "verde" más grande del mundo en Linz, Austria.  

Los combustibles fósiles están perdiendo lentamente su control sobre los sectores de transporte y generación de energía, y el próximo dominó en caer es el sector industrial. 

Voestalpine depende del hidrógeno de cero emisiones para sus planes de descarbonización, y esa será una tarea difícil de superar. 

 

Como deja claro la compañía en su declaración de acción climática, el hidrógeno solo es sostenible si se produce con energía limpia. La compañía estima que necesita más de 30 teravatios hora por año para mantener sus operaciones globales.

 

En el lado positivo, Voestalpine se describe a sí misma como "un socio líder de las industrias automotriz y de bienes de consumo, así como de las industrias aeroespacial y de petróleo y gas". La compañía también es "el líder del mercado mundial en sistemas ferroviarios completos, así como en acero para herramientas y secciones especiales".  

 

Con operaciones entre 500 empresas repartidas en más de 50 países, Voestalpine tiene un impacto descomunal en la cadena de suministro global. Cualquier paso que la compañía tome para descarbonizar tendrá un efecto dominó global de proporciones significativas, por lo que mucho depende del éxito de la nueva planta piloto.  

La tecnología básica detrás de la nueva planta es la electrólisis, en la cual se usa una corriente eléctrica para “dividir” el gas hidrógeno del agua.  

Hidrógeno verde para la fabricación de acero  


La planta de 6 megavatios tiene un doble propósito. Además de generar hidrógeno para la fabricación de acero en el sitio de Linz, también se utilizará para probar el uso de hidrógeno como medio de almacenamiento para ayudar a equilibrar las fluctuaciones en la red eléctrica.  


​​​​​​​La idea general sería usar el exceso de energía renovable para generar hidrógeno cuando la demanda es baja, y usar el hidrógeno almacenado para complementar las energías renovables cuando la demanda es alta.

Ese elemento de almacenamiento y equilibrio será cada vez más importante a medida que la tendencia de electrificación crezca en edificios y vehículos, así como en procesos industriales, agregando nuevas demandas a la red.  

Si todo va de acuerdo con el plan, Voestalpine usará hidrógeno de la nueva planta para abandonar la tecnología de alto horno que se basa en carbón y coque, y en hornos de arco eléctrico de alta eficiencia.  


El objetivo es reducir las emisiones globales de CO2 del Grupo en aproximadamente un 30% para 2035, como un primer paso para una reducción del 80% en 2050.  

En cuanto al electrolizador en sí, el "corazón de alta tecnología de la planta" es un Siemens Silyzer 300 de 6 megavatios, que está específicamente diseñado para funcionar con energía eólica y solar.


Reporte: World Energy Trade