La escasez hídrica a la que se enfrenta el país presenta un doble desafío para la construcción en Chile, ya que no sólo se requieren un método qué optimice el recurso hídrico, también es imprescindible que cuente con las características antisísmicas que un país como Chile requiere.
El avance de la sequía comienza a presionar a todos los sectores constructivos, incluido el de la construcción, que con esto suma una nueva exigencia: además de resistente a los terremotos, la construcción en el territorio chileno debe ahorrar en el recurso hídrico.
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“La Construcción Liviana en Seco (CLS) es una técnica que minimiza el consumo de agua en la obra, tiene una alta resistencia sísmica y es más rápida y eficiente en su proceso de instalación; además reducen las mermas y minimizan los residuos, lo que finalmente repercute en una menor huella de carbono para los proyectos que utilizan este tipo de soluciones tanto en su construcción como en la operación”, afirma Ricardo Fernández gerente técnico y desarrollo sostenible de Volcán.
Se trata de un método de construcción cada vez más utilizado en el país, en base a elementos livianos, lo que implica menos esfuerzos para la estructura (fundaciones, pilares, vigas, etc) en caso de sismos. Usa estructura básica, bastidores en perfiles de acero liviano y revestidos con diversos tipos de Volcanita según la necesidad de atributos deseados. Destaca por generar estructuras compartimentadas, con un mejor comportamiento sísmico debido a su baja masa y una gran capacidad de aislación térmica y acondicionamiento acústico. Es debido a esta última característica que se utiliza mucho en edificaciones eficientes, ya que reduce el consumo de energía dedicado a climatización.
Comparada con los métodos convencionales de edificación, “el tabique construido con una solución de CLS -con dos Volcanitas por lado- consume menos de la mitad de agua que una misma superficie de hormigón armado de 20 cm”, afirma el experto de Volcán, empresa de soluciones constructivas que es pionera en este método. En cuanto a su peso, puede ser de hasta el 10% lo que pesa el sistema convencional de construcción. Esto contrasta con las estructuras más pesadas, que sometidas al movimiento exigen más la estructura y cimentación, aumentando el riesgo de colapso.
Al ser Chile un país sísmico, la resistencia de las construcciones a este tipo de eventos es una prioridad, y aquí es donde las características estructurales de la Construcción Liviana en Seco la hacen altamente resistente a los terremotos. “Además de ser una técnica que minimiza el consumo de agua en la obra, tiene una alta resistencia sísmica por ser un método de construcción en base a elementos muy livianos, lo que implica menos esfuerzos para la estructura (fundaciones, pilares, vigas, etc.). afirma el gerente técnico y desarrollo sostenible de Volcán.
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