Subgerente de Fundación Chile y líder de Escenarios Hídricos 2030, Ulrike Broschek, señaló que se deben adoptar medidas de forma inmediata para hacer frente a la sequía las que tienen relación con el uso eficiente del agua por parte de los sectores productivos.
“Se requiere un punto de inflexión, un cambio bastante radical en relación al modo cómo hoy día estamos manejando el recurso”, señala la subgerente de Sustentabilidad de Fundación Chile, Ulrike Broschek, quien lidera la iniciativa Escenarios Hídricos 2030, en una entrevista publicada por el portal País Circular.
Al respecto, la ejecutiva señala que se deben adoptar medidas de forma inmediata para hacer frente a la sequía y que tienen relación con el uso eficiente del agua por parte de los sectores productivos. “El 98% del consumo total de agua es de los sectores productivos, y el 2% es consumo humano, entonces, cuando hacen estas campañas de la ducha más corta se está apuntando solo a ese 2%, mientras que debiéramos apuntar a los procesos productivos, que requieran menos agua y que hagan un manejo mucho más eficiente”.
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Entre las soluciones concretas que se pueden aplicar en este sentido se cuentan la tecnificación del riego, riego subterráneo, recambio a cultivos de menor requerimiento hídrico, agricultura vertical, reúso de aguas residuales tratadas, y recarga artificial de aguas lluvias.
Si bien en algunos casos se están adoptando estas medidas, en general se llega a ellas cuando la situación es extrema, “y uno debiese prevenir esa situación, prepararse para la sequía, entonces tiene que haber incentivos adecuados para hacer un uso eficiente del agua y tiene que ver con las regulaciones o medidas de gestión”.
Ulrike Broschek, subgerente de Fundación Chile y líder de Escenarios Hídricos 2030.
En el caso del reúso de aguas residuales, es una solución que se está utilizando en muchos países de manera exitosa. “Es una medida barata y de corto plazo que debiéramos implementar ya”, dice la químico ambiental y explica que actualmente se vierten al mar a través de emisarios submarinos ocho mil litros de aguas servidas por segundo a nivel nacional, lo que equivale al 10% de la brecha de agua que estableció la DGA en 2015, es decir, si se tratara toda esa agua y se reutilizara en la cuenca se podría reducir un 10% de la falta de agua a nivel nacional.
Estas medidas, dice Broschek, “hay que tomarlas ahora, es urgente, no podemos seguir dándonos muchas vueltas”. Son acciones que nunca provocarán arrepentimiento, comenta, por lo que son las indicadas mientras se evalúan otras que son de más largo plazo y que implican mayor infraestructura. Respecto a los costos, la especialista dice que en general son bajos, pero no es fácil dar una cifra porque va a depender del alcance que tengan, la zona geográfica, la extensión, etc.
En estos momentos Escenarios Hídricos 2030 está trabajando en hojas de ruta con soluciones para dos territorios, en las cuencas del Maule y del Maipo. Se trata de un trabajo de dos años donde pretenden presentar una combinación óptima de soluciones de corto, mediano y largo plazo y con el detalle de los costos.
Acciones para optimizar el consumo de agua
La representante de Fundación Chile, explica que el modelo actual de gestión “llegó a tope” sin poder prever ni solucionar la grave escasez hídrica. Sin embargo, a la espera de esas modificaciones de fondo y de una nueva institucionalidad en la materia, es posible adoptar de inmediato varias medidas que permitirían frenar las consecuencias de la sequía y reducir el déficit hídrico.
En esta línea, Broschek menciona tres conjuntos de acciones que se pueden resumir en las siguientes áreas: gestión integrada del recurso hídrico en las cuencas, soluciones basadas en la naturaleza, y eficiencia y uso estratégico del agua por parte de los sectores productivos. “Se trata de medidas de corto plazo, que se pueden implementar en dos años, son específicas, bien puntuales y en general hemos visto que son de bajo costo”, sostiene la integrante de Estrategias Hídricas 2030.
En cuanto a la gestión integrada del recurso hídrico en las cuencas, se trata de la implementación de una gobernanza a nivel de cada una de esas hoyas hidrográficas, coordinando de forma representativa y equilibrada a los distintos actores del territorio para que se sienten en una misma mesa a estudiar el problema, analizarlo y proponer soluciones. “Muchas veces eso puede ser el gatillante de un montón de soluciones que pasan solamente por ponerse de acuerdo”.
“Esta medida debe adoptarse urgente y para eso se necesita una organización que lidere, que generalmente es el Estado, que articula un espacio de trabajo, con legislación asociada porque hay que entregarle atribuciones a ese espacio, que además debe ser vinculante porque si no, cualquiera de sus decisiones se podría descartar en otra instancia”, dice la especialista.
Según explica Broschek, esta medida está contemplada tanto en la Estrategia Nacional de Recursos Hídricos generada en el primer gobierno de Sebastián Piñera (2012) como en la Política Nacional para los Recursos Hídricos de la segunda administración de Michelle Bachelet (2015), sin embargo, hasta la fecha no se ha implementado.
El segundo conjunto de medidas tiene que ver con las soluciones basadas en la naturaleza, donde destacan acciones como la conservación de humedales, bofedales, turberas y riberas; infiltración natural de aguas en acuíferos; implementación de pavimentos permeables en zonas urbanas; y reforestación con bosque nativo.
Son acciones que permiten potenciar el ciclo del agua mediante la misma naturaleza, señala la experta. Por ejemplo, la infiltración de aguas lluvias es un proceso que ocurre naturalmente en el suelo, pero por la desertificación, la erosión y la pavimentación han ido eliminando zonas de recarga naturales. Esto se puede mitigar con las medidas mencionadas. “Cuando se va erosionando el suelo, el agua escurre mucho más rápido, en cambio cuando tienes vegetación natural nativa, esta es capaz de absorber el agua y acumularla e infiltrarla como una esponja (…) asimismo, los humedales funcionan como un sistema natural de almacenamiento de agua, las captan, las depuran y también las infiltran a las aguas subterráneas”.
Por efecto del cambio climático, explica Broschek, va a llover cada vez más intensamente, y eso provoca aluviones que, hoy en día, se van derecho al mar. Si se adoptan soluciones basadas en la naturaleza se puede aprovechar de mejor manera esa agua lluvia, para infiltrarla, recuperarla y almacenarla en los acuíferos, para tenerlas de reservas en épocas de sequía.
Fuente, País Circular.
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