Reaprovechar estos buques, que podrían permanecer durante decenios a flote en condiciones de seguridad, para producir energía renovable mediante turbinas eólicas verticales instaladas en su cubierta. Se convertirían, pues, en las primeras centrales de energía eléctrica móviles del mundo.
Un Aerogenship es una central de energía eólica offshore móvil en el océano. Se basa en el aprovechamiento de grandes buques obsoletos, tales como los petroleros monocasco, que en lugar de ser desguazados serían reciclados y reconvertidos mediante la instalación de aerogeneradores verticales para producir electricidad.
Este modelo de Aerogenship cuenta con tres aerogeneradores de tipo Darrieus
Este modelo cuenta con tres aerogeneradores de tipo Darrieus, que se extienden de proa a popa, una aeroturbina de tipo Savonius en la proa, y aeroturbinas de tipo Giromill a babor y a estribor. Todos ellos producirían energía eléctrica que se vertería en las redes de tierra o se usaría para generar hidrógeno a partir del agua del mar y almacenarlo en las bodegas.
La normativa europea prohíbe para 2010 el uso de petroleros monocasco. El desguace de estos buques, de los que todavía quedan centenares, se realiza en países extra europeos en condiciones de trabajo pésimas y con un importante costo ambiental.
Sería conveniente y, seguramente, más rentable reaprovechar estos buques, que podrían permanecer durante decenios a flote en condiciones de seguridad, para producir energía renovable mediante turbinas eólicas verticales instaladas en su cubierta. Se convertirían, pues, en las primeras centrales de energía eléctrica móviles del mundo. Los Aerogenships podrían ser trasladados allá donde hubiera una fuerte demanda energética o bien allí donde una catástrofe natural hubiera dejado sin luz a cientos de personas.
El alquiler de estas centrales, la venta de la electricidad producida, etc. podrían generar grandes ingresos que amortizarían el coste de instalación de las turbinas. De hecho, la producción jamás se detendría, pues cuando la instalación estuviera desconectada de tierra almacenaría la electricidad en acumuladores.
Más aún con la electricidad producida se podría generar hidrógeno mediante la electrólisis del agua del mar, y almacenar este combustible en las grandes bodegas de que disponen estos buques. Este combustible podría transportarse a tierra para la futura flota de coches de hidrógeno de los países avanzados o alimentar a otros buques en alta mar que funcionen con este combustible.
Estos barcos irían provistos de las infraestructuras necesarias para tender el cable submarino que transportaría la electricidad a tierra, así como para la construcción de rudimentarias redes eléctricas en tierra para distribuir la electricidad.
En las costas de países tercermundistas, o en aquellos asolados por la guerra, el hambre o una catástrofe ambiental, un Aerogenship apoyaría las labores humanitarias suministrando energía para los hospitales, aportando luz y calor para los refugios y electricidad para la conservación refrigerada de los alimentos de emergencia enviados por las ONG.
La turbina habría de dimensionarse adecuadamente para evitar cargas laterales excesivas en los ciclos, o bien situar dos cascos auxiliares a babor y estribor para favorecer la estabilidad del conjunto. El espacio libre de cubierta podría aprovecharse para la instalación de módulos fotovoltaicos, y los dos cascos adicionales podrían ir equipados con dispositivos para aprovechar la energía de las olas, mejorando así el rendimiento global.
Los beneficios obtenidos con un Aerogenship podrían ser superiores a los que se habrían obtenido de la venta de sus materiales tras el desguace, constituyendo su implementación como centrales energéticas una solución mucho más razonable, rentable y responsable con el medioambiente.
Reporte: https://www.worldenergytrade.com
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