“Estamos trabajando en estrecha colaboración con aerolíneas, gobiernos, universidades y partes interesadas de la industria para avanzar hacia las metas de descarbonización en la región, al mismo tiempo que ofrecemos una cartera de productos eficientes”, declaró Guillaume Gressin, vicepresidente Internacional de Estrategia y Operaciones Comerciales de Airbus Latinoamérica.
Cada año, millones de pasajeros y de toneladas de carga se transportan por vía aérea. Ahora, la industria busca mejorar el impacto ambiental y social de esta actividad vital, con medidas que incluyen la reducción de las emisiones de CO2 de aeronaves y helicópteros a través de combustibles alternativos y tecnologías disruptivas; mejorar la huella ambiental de las aeronaves a lo largo de todo el ciclo de vida, desde el diseño hasta el reciclaje; y mejoras operativas, como la optimización de las trayectorias de vuelo para hacerlos energéticamente más eficientes, explica Guillaume Gressin, vicepresidente Internacional de Estrategia y Operaciones Comerciales de Airbus Latinoamérica.
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“En un mercado aeronáutico de rápido crecimiento como el de América Latina, estamos trabajando en estrecha colaboración con aerolíneas, gobiernos, universidades y partes interesadas de la industria para avanzar hacia las metas de descarbonización en la región, al mismo tiempo que ofrecemos una cartera de productos eficientes”, afirma el ejecutivo.
Guillaume Gressin, vicepresidente Internacional de Estrategia y Operaciones Comerciales de Airbus Latinoamérica.
Gressin explica que, a 2042, se espera que las aerolíneas latinoamericanas sumen 2.390 nuevas aeronaves, las que requerirán una flota más moderna, eficiente y de bajas emisiones, con aviones como el A320neo y el A350, que ofrecen una ventaja en consumo de combustible y las emisiones de CO2 del 20% y el 25% por asiento, respectivamente. Chile ya está a la vanguardia: en 2016 Latam Airlines se convirtió en el primer operador de A320neo en las Américas; en 2017, JetSMART firmó la compra de 70 aviones A320neo y este año SKY logró tener una flota 100% neo.
A lo anterior, señala, también aporta el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF), que provienen de la biomasa y diversos desechos y que pueden reducir las emisiones de CO2 del ciclo de vida hasta en un 80% en comparación con el combustible convencional. “Airbus se ha comprometido a utilizar un 10% de SAF en nuestras operaciones internas de aviones comerciales y helicópteros y ofrecemos hasta un 5 % de SAF puro de forma gratuita a los clientes que salen de sus centros de entrega, como el A320 neo, entregado a en junio a LATAM Airlines y que voló con 30% de SAF”, afirma el representante de la compañía.
Otra contribución será el estudio "Opciones para descarbonizar la aviación en América Latina de manera sostenible: una evaluación de las políticas de carbono, los precios del carbono y el consumo de combustible en la aviación hasta 2050", del Programa Conjunto del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) sobre Ciencia y Política del Cambio Global, financiado por Airbus y LATAM Airlines Group. Éste proporcionará un análisis exhaustivo de los escenarios para el despliegue de SAF hasta el año 2050, y explorará vías relacionadas con el hidrógeno bajo en carbono y la captura directa de aire.
En Chile, el Ministerio de Transportes lidera el programa público privado Vuelo Limpio, que busca soluciones para la descarbonización de la industria y que articuló la mesa SAF, donde junto a la academia y otras empresas, Airbus está aportando su expertise. También apoyamos el esfuerzo Nuevo Pudahuel y empresas energéticas sobre el posible desarrollo del Aeropuerto de Santiago, como hub de hidrógeno.
Las iniciativas en América Latina están tomando vuelo a medida que se progresa en nuevas tecnologías, diseño avanzado de aeronaves y el aumento de combustibles con bajas emisiones de carbono para ayudar a crear un mundo más seguro y conectado.
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