“Las concentraciones de C02 han ido en aumento en los últimos años. Queríamos buscar un material que sea biodegradable para que adsorba este gas. Investigando, encontramos las nanocelulosas, que las obtenemos desde residuos agroindustriales, como la cáscara de maíz y poda de arándanos”, indicó Camila Albornoz, egresada de la carrera de Química Ambiental de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
Camila Albornoz, reciente egresada de la carrera de Química Ambiental de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) está llevando a cabo el proyecto que se titula: “Filtro de adsorción de C02 para ambientes interiores”. El trabajo lo realiza junto a la académica Dra. Fabiola Valdebenito, quien la ha guiado a través del seminario de grado y tesis, instancias en las que el proyecto ha ido avanzando.
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Esto, además de adjudicarse el Fondo Idea e Innova, reconocimiento que otorga la Dirección de Innovación UCSC, lo que generó una continuidad al proyecto. “El fondo permite la validación y nos encontramos ajustando el prototipo con la idea de implementarlo en ambientes cerrados, ventiladores o aires acondicionados. Queremos mejorar la estructura y que perdure en el tiempo”, comentó Camila Albornoz.
Otro de los beneficios del proyecto es capturar material particulado (PM), que puede ser perjudicial para la salud humana y así mejorar la calidad de aire, explicó Camila Albornoz, realizadora de la iniciativa.
Otro de los beneficios es capturar material particulado (PM), las que pueden ser perjudiciales para la salud humana y así mejorar la calidad de aire. “Las concentraciones de C02 han ido en aumento en los últimos años. Queríamos buscar un material que sea biodegradable para que adsorba este gas. Investigando, encontramos las nanocelulosas, que las obtenemos desde residuos agroindustriales, como la cáscara de maíz y poda de arándanos”, complementó.
Actualmente se están realizando análisis para mejorar el prototipo, para luego implementarlo en espacios como salas de clases u oficinas. En concreto, se está realizando el análisis XPS, el que permite confirmar la capacidad de adsorción de partículas y validar el producto. “Además, estoy asistiendo a talleres de la Dirección de Innovación UCSC, donde nos apoyan al área de venta del producto. Analizamos el público objetivo, cómo se implementa, por ejemplo, desde el nacimiento del problema hasta potenciales clientes”, señaló la investigadora.
Otro aspecto a considerar es que Camila Albornoz participará en el XXI Congreso Chileno de Ingeniería Química que organiza la Universidad de Santiago de Chile, en modalidad póster, lo que le permitiría difundir el proyecto y quizás, generar potenciales contactos.
Respecto a la importancia de la temática abordada, Camila enfatiza en la necesidad de solucionar un problema urgente y a la vez, dar un valor agregado. “Estamos considerando a los fabricantes de aires acondicionados, por ejemplo. Queremos implementar un molde del filtro, para monitorear la temperatura, ver la resistencia y que perdure en el tiempo”, explicó.
Se trata de una problemática actual y que con el correr de los años tomó mayor relevancia, considerando la contingencia de la pandemia y propagación del COVID. “Buscamos aportar a la mitigación de los efectos del cambio climático, ya que no se está haciendo lo suficiente para la reducción de los gases que son perjudiciales. En ambientes cerrados la posibilidad de propagar enfermedades respiratorias aumenta. Buscamos generar una mayor calidad de aire a través de estos filtros”, complementó Camila Albornoz.
El actual desafío es mejorar el prototipo para dar una resistencia mayor al filtro y que sea perdurable en el tiempo, siempre considerando además el modelo de negocio y público objetivo.
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