El avance se explica principalmente por la incorporación de nuevas obras, a lo que se suman aumentos de inversión y retraso en cronogramas de otras iniciativas. En tanto, se espera que durante 2021 la inversión del sector sobrepase los US$ 4.352 millones, siendo solo superada por el sector minero a nivel nacional, y teniendo como gran protagonismo el impulso de plantas fotovoltaicas y parques eólicos, los que concentran casi el 80% del desembolso en energía.
Del mismo modo, la mayor parte de los montos comprometidos se encuentran concentrados en tres regiones del norte, las que acaparan un 44% de la inversión para el quinquenio señalado, es decir, unos US$ 3.200 millones que se emplazarán en Antofagasta (US$ 1.735 millones), Atacama (US$ 790 millones) y Tarapacá (US$ 709 millones). Respecto del próximo ejercicio, desde la CBC son optimistas: “Aun cuando la cifra de inversión estimada a materializar para el 2022 es menor que la de 2021, observamos un dinamismo importante para este sector durante el próximo año. Situación que esperamos se vea reflejada en nuestros próximos informes debido a nuevos ingresos, ajustes en inicio de obras y financiamientos obtenidos”, sostiene el gerente general de la entidad, Orlando Castillo.
En esta línea, consultado sobre si en la CBC ven un efecto en la inversión producto de los distintos cambios normativos que se encuentran en marcha, Castillo indica que “este es un sector donde los aspectos normativos son claves para su desarrollo. Hasta el momento, desde el punto de vista de la inversión, el efecto ha sido favorable”.
En cuanto a la nueva capacidad de generación que alcanzará el país gracias a esta serie de proyectos que se encuentran en carpeta, se estima un aporte de 8.653 MW, siendo la mayor contribución la que se verá este ejercicio, con un 68% del total. Esto último, se explicaría en parte como una de las consecuencias de la pandemia, ya que producto de las restricciones sanitarias existieron obras que estaban programadas para 2020, pero que terminaron siendo postergadas para este año.
Sobre el tipo de tecnología, las plantas fotovoltaicas lideran por lejos, concentrando un 57% del total de los MW que se van a instalar, seguida por los parques eólicos (26%) y centrales hidroeléctricas de pasada (13%). En lo que queda de este año, se espera el inicio de operaciones para un significativo grupo de proyectos, que harían de 2021 el o uno de los ejercicios con mayor aporte histórico en la capacidad instalada de generación, teniendo en consideración que al primer semestre un 28% de la capacidad bruta de generación del país correspondía a ERNC.
Otro efecto importante que está teniendo este boom de desarrollo de iniciativas energéticas radica en la cifra de empleos que está creando el sector. Por ejemplo, la curva de empleo en construcción tuvo un crecimiento de 12%, principalmente gracias a la entrada de nuevas obras, lo que se vio reflejado durante la primera mitad del año, pero que extenderá hasta todo el próximo ejercicio.
Fuente: El Mercurio
