Influido por la minería, su extensa zona desértica y la consiguiente escases de agua, Chile ha debido comprender rápidamente la importancia de abastecerse de este recurso utilizando otras fuentes diferentes a las de los reservorios destinados al consumo humano. Esta necesidad ha convertido al país en un referente, al menos en la región, en la construcción y utilización de plantas desaladoras.
En el marco del Congreso Internacional de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR 2018, su presidente, Juan Miguel Pinto, se refirió a la relevancia que tiene Chile en los procesos industriales de desalación de agua de mar, impulsado básicamente por la minería. Sin embargo, considera que en temas de reúso de efluentes existe aún un campo muy amplio por desarrollar.
“Ustedes son el número uno en toda Latinoamérica en lo que es desalación del agua de mar, empujado por la minería, pero en reúso ustedes (Chile) no son muy fuertes. Entonces ¿por qué vimos mucha relevancia en Chile? porque son los expertos en desalación, pero el siguiente paso es reusar los efluentes y creando este tipo de eventos que son centros donde uno puede compartir ideas, aprender de experiencias ajenas, a lo mejor permite que ciertas personas dentro de Chile vean estas opciones y digan bueno, por qué no reusamos, por qué no hacemos algo diferente, por qué no mejorar la eficiencia del proceso mediante el reúso de los efluentes, porque en estos momentos un efluente tú lo usas y lo botas, es perdido, pero si lo pudiéramos reusar, lo estamos poniendo de nuevo dentro del sistema, lo que significaría aumentar eficiencia” explicó el ejecutivo.
- ¿Por qué cree que en Chile no se están realizando labores de reúso de efluentes?
Yo creo que la mayor tranca es la parte legislativa, la parte de regulación del gobierno que no es muy amigable y tiene que ver mucho con los derechos del agua, no soy experto, pero básicamente lo que me han explicado es que los efluentes tienen dueño, entonces si yo los uso, como no son míos no lo puedo reusar, entonces tiene que ver mucho con la parte legislativa y no solo en Chile, en países como Colombia, Perú, Argentina, la misma Ley Ambiental o la Ley de Agua no es muy amigable, lo que hace que el reúso sea muy complicado o no sea viable económicamente.
-La convocatoria que han tenido en este Congreso ¿hace prever un alto interés en reutilizar estos efluentes?
Este es el quinto evento que hacemos como ALADYR como tal en Chile, en el 2016 se llamaba DESAL en el que tuvimos un estimado de 250 personas. Este año, después de dos años tenemos a la fecha de hoy 370 personas confirmadas, es casi un 50% más, esto nos indica que hay más interés de Chile, porque no es que vinieron más extranjeros, ese “extra” son más chilenos que están atendiendo el evento, entonces está demostrando que hay más curiosidad, la gente quiere saber más de nuevas tendencias, nuevas tecnologías y nuevas experiencias.
-¿Hay alguna cifra que manejen ustedes de inversión en este recurso en Chile?
Un número preciso es difícil de manejar porque la variedad de proyectos es múltiple, en el caso de Chile los que están orientados al sector minero son mayoría, pero muchos están sujetos al valor del cobre y permisos ambientales. Aparte Chile es un país donde la mayoría de los proyectos son de carácter privado, entonces la información no es de dominio público a diferencia de otros países como Perú o Argentina, donde predominan los proyectos gubernamentales y la información es conocimiento público.
-¿Están orientados principalmente a la industria minera o hay otro campo?
En Chile los dos mercados más grandes para el reúso de aguas o desalación son el municipal y el minero. Municipal, podemos hablar específicamente de Aguas Antofagasta, la planta desaladora que ofrece el agua potable a la ciudad (aproximdamente entre un 70 y 80%); y las mineras tienen sus desaladoras para los procesos mineros, entonces en el caso de Chile, el potencial mercado no es solo minero, también es municipal e incluso industrial con proyectos un poco más pequeños con procesos de desalación de aguas salobres o aguas de pozos.
Respecto a la utilización de energías renovables, el líder del gremio destacó la gestión que está realizando ENAPAC, respecto de construir una desaladora energizada por su propia planta de energía solar, una solución que optimiza toda la parte energética y su proceso: “Yo diría que es una tendencia en el futuro, porque ya vemos en plantas en el medio oriente que también van con energía solar. Personalmente ALADYR está trabajando en un potencial proyecto de donaciones de plantas y también son con energía solar, porque la idea final es reducir todos los impactos y uno de ellos es el impacto ambiental, a través de la reducción del consumo de energía eléctrica con energía fósil”, concluyó. | RS
Últimas Publicaciones
Ediciones Especiales