Futura planta de biomasa de Victoria podría reducir la contaminación de la zona en un 80%

Con capacidad para quemar residuos provenientes de desechos agrícolas y forestales, la planta de biomasa tramitada por Energías Victoria SpA. en  la ciudad del mismo nombre, contribuiría a mitigar los actuales niveles de contaminación producidos por quemas no controladas de pastizales y paja, como también eventuales incendios forestales provocados por la acumulación de material aserrado. Según afirman en la empresa, con la planta en pleno funcionamiento se podrían generar 6,5 millones de dólares anuales para la zona entre empleo directo e indirecto, la  recolección de biomasa agrícola y forestal y producir energía suficiente como para abastecer a 15 mil hogares.

“Desde el punto de vista ecológico, el proyecto es muy bueno. La ciudad de Victoria está rodeada de campos y bosques en los que cada año, durante 3 o 4 meses, se queman pajas y residuos que quedan después de la cosecha, lo que aumenta los niveles de contaminación y potenciales incendios forestales o agrícolas. La principal ventaja de nuestro proyecto es el abatimiento de la contaminación producida por la quema descontrolada de biomasa, sustituyéndola por una quema de alta eficiencia y su consiguiente beneficio con el medioambiente”.  


Es el primer análisis que realiza Mario Andrade de Amesti, Encargado de Desarrollo del proyecto de la Planta de Biomasa de Energías Victorias SpA., sobre el impacto ambiental que  podría generar esta iniciativa en la ciudad y sus habitantes.  


Agrega que para generar los 20 MW será necesario recolectar unas 120 mil toneladas de biomasa, materia prima que hoy se encuentra disponible y dispersa en una zona agrícola del tamaño similar a la región metropolitana. Es decir, una enorme cantidad de combustible que se pierde y se traduce  en riesgo de provocar incendios y la evidente contaminación del aire generada por estas incineraciones, las que emiten toneladas de gases contaminantes al  medioambiente.  

“Se recolectarán 120 mil toneladas de paja,  las que en vez de quemarlas en una extensión de 35 km a la redonda de la planta que serán compactadas e incineradas dentro de una atmósfera absolutamente controlada, con lo que quitas del medioambiente cerca del 80% de los gases provenientes de estas quemas”, argumenta el ejecutivo.


Según estudios realizados por la empresa, existen 300 mil hectáreas destinadas al sembradío de  trigo en la Novena Región, y cada hectárea podría aportar entre 4 y 5 toneladas de paja anualmente, es decir, 1 millón 250 mil toneladas de biomasa disponibles solo por este concepto, más lo que se podría recolectar por cuenta de residuos forestales.

Paralelamente, este proceso requerirá de la logística necesaria para la recolección de esta materia prima, lo que implica una dotación de transportistas, mano de obra, servicios e insumos,  actividades que estiman se traducirían en unos 6,5 millones de dólares anuales en total de ingresos para la zona.


Por otra parte, desde las organizaciones sociales y comunitarias de Victoria destacan las relaciones que se han generado desde el inicio del proyecto, en especial con la comunidad Chavol 2, tal como lo explicó su dirigente, Yenny Chavol, en una declaración que realizó a un medio de comunicación del Ministerio de Energía, donde señaló que están contentos por el trabajo de la empresa con la comunidad. "Ellos se acercaron a nosotros, eso se agradece y hemos sido parte de todas las etapas de este proyecto. Queremos trabajo, crecer y aportar a la comuna, por lo tanto, estamos muy contentos con Energías Victoria", afirmó.


Análisis económico del proyecto

La planta de biomasa de Energías Victoria, de propiedad de Inversiones Valcán, se ubicará a 3 kilómetros de la ciudad de Victoria, entre la ruta 5 Sur y la ruta hacia Traiguén, en un predio de 450 hectáreas de las cuales se utilizarán 22 hectáreas y su objetivo será procesar aproximadamente 140 mil toneladas anuales de biomasa forestal y/o agrícola para generar 20 MW de energía que equivalen al consumo de 20 mil hogares y algunos proyectos industriales adicionales.


Con su Declaración de Impacto Ambiental (DIA) aprobada por unanimidad de 18 mil hogares el 28 de marzo de este año, el proyecto se encuentra en una fase de evaluación con el mayor detalle de los alcances de inversión, tarifas y proyección del mercado eléctrico.

“Estamos analizando los Permisos Ambientales Sectoriales (PAS), adicionalmente estamos revisado el tema del cambio del uso de suelo y, desde el punto de vista técnico del proyecto,  estamos sosteniendo reuniones con todos los potenciales proveedores de calderas, turbinas, generadores, equipos adicionales y la ingeniería de detalle, con el objeto de tener una visión muy clara de cuál será el costo final del proyecto, el que originalmente es de 45 millones de dólares”, explica el desarrollador del proyecto.


“De este modo –añade Andrade–, el inicio de la construcción del proyecto dependerá de los estudios que estamos realizando de  todos los antecedentes del mercado y su proyección, fase que tiene un plazo de 3 meses, mientras se definen los proveedores”.

“Nosotros estamos tranquilos porque estamos haciendo los análisis necesarios, y desarrollaremos nuestro proyecto cuando tengamos absolutamente claro cuál es el horizonte de los próximos 20 años en cuanto al sector eléctrico. En ese sentido deberemos trabajar en una ingeniería de detalle de forma acuciosa. Las tarifas de la energía para los generadores se han reducido significativamente y eso nos obliga a actuar prudentemente dando a nuestro proyecto la mayor capacidad de eficiencia energética”, explicó.


En cuanto a cómo enfrentar eventuales fluctuaciones del precio de la energía, el ejecutivo explicó que su modelo de negocio para este tipo de inversiones a 20 años plazo, contempla la adquisición de equipos de última tecnología, como calderas que pueden trabajar a mayor presión y temperatura, y generar con ello un rendimiento eléctrico óptimo con la misma cantidad de biomasa.  


“Ante una eventual reducción de las tarifas eléctricas, lo que hay que hacer es optimizar el rendimiento de la central. Eso es lo que estamos estudiando, puesto que es un asunto muy importante. Se deben balancear los costos que significan implementar una caldera capaz de aumentar la presión y temperatura, con una inversión que puede ser bastante más significativa, pero que, sin embargo, esta pueda justificarse plenamente con la mayor rentabilidad que tendrá el proyecto para poder pagar una mayor inversión.  Es decir, puedes aumentar la generación y obtener un ingreso variable mayor, de entre 3 a un 3,5% que podría convertirse en una cifra muy interesante. | RS