El proyecto ENAPAC será abastecido únicamente por energías renovables, para lo cual, Trends ha incluido una planta fotovoltaica de 100 MW que energizará la desaladora y el resto de las áreas que requieran energía durante las horas de luz, mientras que, para el resto del día, comprará otras energías limpias convirtiéndose así en una de las plantas más grandes del mundo en incorporar esta tecnología de abastecimiento energético a su proceso.
Nominado al mayor premio de Diseño y Sustentabilidad del mundo, el Design to Improve Life INDEX AWARD, conocido en el mundo como el "Nobel del Diseño" (patrocinado por la Corona de Dinamarca), el proyecto Energías y Aguas del Pacífico, ENAPAC, que contempla la construcción de una planta desaladora, se encumbra como uno de los más vanguardistas y eficientes en el mundo por los diferentes frentes que abarca su propuesta. Uno de ellos, es contemplar la construcción de la planta en el desierto más árido del mundo, Atacama, donde la existencia del vital elemento siempre es escasa y de muy alta demanda por la industria minera, la agricultura y la población.
Será la primera planta multicliente en el país, con una capacidad para producir 2.600 litros por segundo de agua desalada y enviarla a diferentes usuarios industriales, o a la compañía de agua potable regional en caso de escasez.
Y por último, la visionaria e innovadora propuesta de carácter mundial de concebirla como una planta amigable con el medioambiente, alimentada únicamente por energías renovables, la más grande de Latinoamérica.
Para ello, la empresa chilena de tecnología Trends, titular del proyecto, ha contemplado la construcción de una planta fotovoltaica de 100 MW, emplazada en un terreno de más de 120 hectáreas, que abastecerá de energía a la desaladora durante las horas de luz, mientras que el resto del día y la noche será suplido por otro tipo de energía renovable, comprada a otros distribuidores del norte de Chile, completando así una matriz 100% renovable, tal como explica Hagen Gleisner, director de ingeniería del grupo Trends Industrial.
“La planta desaladora tiene que ser flexible, si nosotros tenemos también un aporte, por ejemplo, de energía eólica, que se da las 24 horas del día en determinadas zonas, entonces, lo que nosotros vamos a utilizar va a ser un mix de energías, pero todas renovables, y el diseño de la planta está configurado de tal manera que nos permita la flexibilidad necesaria como para aumentar o disminuir la producción de agua, en relación con la disponibilidad energética. Al medio día, con mucho sol en el norte, vamos a estar produciendo más agua que en la noche. Y en la noche podríamos usar más bien energía eólica que la vamos a traer a través de la red”.
Compromiso con la comunidad y sustentabilidad
La planta será construida al sur del río Copiapó y de la playa La Virgen, muy cerca del mar, por lo que aseguran, no va a interferir con el medioambiente ni con el entorno.
“Con las comunidades hemos tenido muy buenas relaciones, tanto que mucho del proyecto se ha modificado considerablemente por el diálogo constructivo que tenemos con los distintos grupos y que seguirá a lo largo de la vida del proyecto”, explican desde la empresa.
La planta está proyectada para comenzar a entregar agua desalinizada en el 2021, tras obtener los permisos y terminar la construcción que demorará alrededor de 2 años. Su proceso consiste en el desarrollo de un sistema de desalinización autosustentable mediante osmosis inversa, y trasladar el producto hasta un sector aledaño a la ruta 5, cercano al bypass hacia Copiapó, donde estarán los reservorios de agua con capacidad de 600.000 m3.
La inversión total del proyecto será superior a US$500 millones, más una inversión por determinar para aquellos clientes que se encuentren más alejados de la zona de distribución y que requerirán acueductos para llevar el elemento hasta sus dependencias, que pueden ubicarse incluso sobre los 4000 msm. | RS
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