Mientras que en relación a habilitar la transición energética, Meriches apuntó a la importancia de la red de distribución para hacer posible que las personas participen activamente en la transición energética, mediante la electrificación de los consumos, integración de la electromovilidad, generación distribuida, y almacenamiento a nivel de usuario residencial.
Frente a estos desafíos, el ejecutivo comentó que la Agencia Internacional de Energía, ha propuesto una estrategia múltiple para este segmento, que incluye la expansión de la red, mayor digitalización, mayor planificación, cambio en los modelos de remuneración y el avance de reformas regulatorias, como ejes centrales.
En este sentido, aseguró que en el caso chileno resulta urgente actualizar el marco regulatorio de la distribución para enfrentar los desafíos antes descritos, ya que lleva 40 años sin modificaciones sustanciales y fue diseñado para cumplir otros objetivos. “Este cambio es una necesidad transversal, se ha señalado en este mismo evento, por lo que esperamos avanzar pronto en esta discusión. Los cambios en redes no ocurren de la noche a la mañana, requieren tiempo, por lo que es clave anticiparse a las necesidades futuras si no queremos quedar rezagados”, finalizó.
