Un proyecto inédito en Chile, ubicado a 4.500 metros sobre el nivel del mar, que significó una inversión total de US$320 millones y que fue posible gracias a la intervención del sector público a través de Enap, que compartió la inversión durante la exploración, la etapa más riesgosa de este tipo de proyectos geotérmicos.
Tal es su envergadura que en plena operación es capaz de producir alrededor de 340 GWh al año, lo que equivale a las necesidades de consumo anual de más de 165.000 hogares chilenos, “evitando la emisión a la atmósfera de más de 166.000 toneladas de CO2 cada año”, según ha relevado Enel Green Power.
Tercera unidad ad portas
A casi dos años desde la puesta en marcha de esta mega apuesta, en 2019 se dio inicio a la construcción de una tercera unidad generadora de 33 MW de la planta geotérmica.
Desde Geotérmica del Norte, joint venture que dio vida a Cerro Pabellón, han destacado este nuevo paso, señalando que han aprovechado la experiencia y conocimiento de más de 100 años de esta tecnología predominante en Italia y el equipo de personas en Chile que ha logrado implantar este proyecto, en un entorno difícil y de gran altura geográfica.
“Tomando en cuenta estas condiciones decidimos realizar la tercera unidad con la experiencia y sinergia de las dos primeras unidades de 24 MW cada una. Además de un nuevo desafío tecnológico, es un paso más para alcanzar el objetivo de carbono neutralidad”, dice Viviana Meneses, gerente general de Geotérmica del Norte.
La ejecutiva cuenta que el tipo de planta se denomina binaria y se refiere a los detalles de su funcionamiento. Al respecto, explica que para la producción eléctrica se utiliza la extracción de fluido geotérmico desde el reservorio geotérmico y su nueva reinyección tras la extracción de parte de su energía gracias a intercambiadores de calor, que transfieren el calor a un fluido motriz isopentano que sigue un ciclo cerrado rankine de vaporización en intercambiadores, expansión en las turbinas y condensación en los aerocondensadores.
“La principal característica ambiental es la reinyección de todo el fluido extraído, el cual no se utiliza para otros usos diferentes al aprovechamiento de su energía”, añade Meneses.
Energía limpia continua
Entre los equipamientos de la obra destacan la extensión de la subestación (nuevo transformador elevador), extensión del gathering (piping de conexión de un pozo de reinyección y dos de producción, y una nueva estación de separación líquido-vapor) y unidad binaria 33 MW Ormat (ciclo rankine, con preheaters, vaporizadores, turbinas-generador y aerocondensador).
El objetivo de esta tercera unidad -indican en Geotérmica del Norte- apunta a producir energía limpia, aprovechando los recursos de manera sostenible, con una inversión óptima gracias a las sinergias con las dos primeras unidades y la experiencia adquirida en el territorio.
“No es menor que Cerro Pabellón sea la primera central geotérmica en Sudamérica, y es un hito poder aprovechar este recurso disponible en Chile para avanzar en la descarbonización, gracias a su producción eléctrica verde, estable y continua las 24 horas del día”, sostiene la gerente general del proyecto de ampliación de la central.
Hoy las obras de este proyecto se encuentran en un 89% de ejecución y su entrada en producción se espera para el tercer trimestre de 2021. Una vez que entre en marcha, sumado a los 48 MW de las dos unidades ya operativas, dará a Cerro Pabellón una potencia total de 81 MW y producirá en total 600 GWh al año, evitando la emisión de 470.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Y las expectativas son altas.
En Geotérmica del Norte están convencidos que la construcción de esta nueva unidad confirma su rol como pioneros de la energía geotérmica, además de reafirmar su compromiso por continuar invirtiendo en su desarrollo, dado el importante papel que puede desempeñar en diversificar y aumentar la sostenibilidad de la matriz de generación del país.
Fuente: Nueva Mineria
