El presidente del gremio de los biocombustibles sólidos abordó el problema que afecta a las comunas del centro sur del país saturadas por material particulado, y enfatizó que éste se debe principalmente al consumo de combustibles fuera de estándar -como leña húmeda-, ineficiencia de los equipos de combustión y mal aislamiento de las viviendas.
Los altos niveles de contaminación por material particulado fino que afecta a las zonas centro sur del país, mantienen nuevamente en alerta a las autoridades debido a que los índices superan ampliamente la normativa de calidad ambiental.
Así lo afirmó a nuestro medio la Ministra de Energía, Susana Jiménez, quien además señaló que la principal causa de esta problemática corresponde al mal uso de la leña para calefacción, contribuyendo con cerca del 90% del total de las emisiones de dicho material particulado a nivel nacional, lo que impacta de manera significativa en la salud de la población.
En esta misma línea, el presidente de la Asociación Chilena de Biomasa, AChBIOM, Rodrigo O’Ryan, ha sido enfático en señalar que existen otras prácticas que han acentuado la mala calidad del aire en estas zonas: “hay consenso sobre los tres principales factores del mal uso de la biomasa en el sector comercial, público y residencial (CPR): bajo aislamiento térmico de las viviendas, combustible sin controles de calidad para cumplir el estándar e ineficiencia de los equipos antiguos de combustión. Mejorando estos tres puntos se puede reducir en más de un 95% la contaminación de las ciudades, por lo que debemos promover dicho avance que también evitará que se tomen medidas desesperadas y erradas como la prohibición de biomasa y sustitución por fósiles como el gas, ya que elevará los niveles de emisiones de CO2, aumentando la huella de carbono del país además de generar pobreza energética, ya que mucha gente no podrá pagar por la energía que requiere por el hecho de ser combustibles más caros”.
El ejecutivo explica que la industria de la biomasa en Chile cuenta con el equipamiento y tecnología necesarios para enfrentar esta situación, así como también los insumos con los que se puede alcanzar un avance en el corto plazo, por ejemplo, utilizando pellets y leña certificada y de calidad para la calefacción. “La tecnología para la buena combustión de pellets está en el país y, si bien tiene un costo inicial más elevado, el costo mensual es menor al de otras alternativas de combustibles como el gas, parafina o energía eléctrica, recuperando esa mayor inversión en 2 o 3 años aproximadamente. Lo que se necesita es regulación para que se formalice el mercado y no pueda comercializarse combustible de mala calidad. Esto traerá inversiones en centros de refinación y distribución de biocombustibles, desde donde se abastecerá biomasa de calidad y trazabilidad certificada tanto a las empresas como a la población. Junto a esto, es importante que, en vez de seguir presionando para prohibir combustibles que aún no se han regulado, se piense en la regulación ya mencionada y en el desarrollo de mecanismos de monitoreo de emisiones de material particulado, que sancionen a toda fuente que esté emitiendo, sea cual sea el combustible que use”.
En cuanto a la aislación térmica, el dirigente argumenta la necesidad de implementar instrumentos estatales de mayor envergadura a los actúales, para poder lograr un mayor impacto en la descontaminación de las ciudades. “La energía más eficiente y menos contaminante es la Eficiencia Energética, eso es claro. Buena aislación puede reducir en más de 65% la energía requerida para calefaccionar una casa en el sur de Chile. Si reducimos en 65% la energía requerida y a su vez en 90% las emisiones que esa energía genera, hablamos que reduciríamos las emisiones de MP en un 97% aproximadamente, solucionándose así la problemática de contaminación por MP sin comprometer las medidas para no aumentar los GEI ni encarecer la energía”. Al mismo tiempo remarcó que “somos enfáticos en reconocer que ningún reemplazo de la biomasa por combustibles fósiles será un aporte, dado que solo estaremos cambiando el tipo de contaminación y sería una solución de muy corto plazo, ya que la presión mundial de reducir nuestro consumo de fósiles como el gas, diésel y otros fósiles llegó para quedarse e ir aumentando en forma exponencial”.
Por su parte, la ministra Jiménez aseguró que el proyecto de ley que será presentado próximamente en el Congreso, pretende regular el mercado de combustibles derivados de la biomasa tales como leña, pellets, briquetas o astillas, también conocidos como biocombustibles sólidos. De este modo, dijo, “esperamos transitar desde la situación actual hacia un mercado donde se haga un uso sustentable de éstos, no sólo mejorando su calidad e incorporando nuevas formas de utilizarlo, sino también generando las condiciones para formalizar este mercado. Este es un paso necesario para mejorar la calidad del aire en el centro sur del país, siendo una deuda pendiente de la cual nuestro Gobierno se hará cargo finalmente”.
Ventajas de la biomasa sobre otras fuentes de calefacción
Desde AChBIOM aclaran que los biocombustibles sólidos poseen diversas ventajas sobre otras formas de generar energía y calor, entre las que destacan que es una energía renovable, sustentable y gestionable. Este último concepto no es muy comentado, pero la biomasa es la única renovable que se puede gestionar y no depende directamente de condiciones climáticas puntuales. Además, es CO2 neutral cuándo se utiliza bien, aporta al buen manejo y mantenimiento de los bosques, siendo incluso un mecanismo para reducir los riesgos de incendios que hoy tanto preocupan a diferentes países con superficie boscosa.
Es una fuente de energía local, lo que permite que los recursos económicos que provienen de su producción y venta queden en las comunidades donde se desarrolla la actividad, a diferencia de la importación de combustibles derivados del petróleo que se deben importar en un 99%. Esto también permite un cierto grado de independencia energética que, en el futuro, seguramente apoyado por la otras renovables, pueden ser sin duda una realidad país. La generación de empleo del sector también es relevante, si bien en Chile aún no contamos con estadísticas puntuales, en España se tiene el ejemplo que, por la misma unidad energética, la biomasa entrega 15 puestos de trabajo contra uno del gas.
“AChBIOM fue creado justamente para visualizar todas estas ventajas y promover las iniciativas que se requieran para proveer al Estado, al mercado y la población en general, la información y medidas adecuadas para que el chileno se sienta orgulloso y conozca los beneficios de utilizar esta fuente renovable de energía, cuidando así su bolsillo, su salud, el medio ambiente y el trabajo propio y el de su vecino”, concluyeron. | RS
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