El proyecto, coordinado por CEGA, contempla la instalación de equipos de generación y distribución de calor que serán instalados dentro del invernadero de un productor de tomates del sector de Coz Coz, Panguipulli, y se enmarca en la iniciativa “Invernadero geotérmico para el cultivo de tomates”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional.
Dos bombas de calor junto a dos estanques de inercia y dos intercambiadores de placas conforman la sala de máquinas que se conectará por tuberías al pozo de extracción y al invernadero. Dentro de éste, dos bombas de circulación y 8 fancoils con sus respectivos termostatos distribuirán el calor en los casi 700 m2 cultivados.
Sala de máquinas con bombas de calor, estanques de inercia e intercambiadores de placas que se conectará por tuberías al pozo de extracción y al invernadero.
“El proceso de compra y traslado de equipos debió ajustarse a los protocolos covid no sólo de nuestro país sino también del país de origen de los equipos (España). Fue un largo trámite que al fin da paso a la próxima etapa que es la instalación del sistema”, explica Pablo Valdenegro, investigador del Cega y coordinador del proyecto. “Además de la ubicación y conexión de los equipos geotérmicos y de distribución del calor dentro del invernadero, en esta fase debemos coordinar el trabajo de la empresa instaladora con la adaptación de la potencia eléctrica del predio para ajustarla a la mayor demanda producida por el nuevo sistema”.
“Una vez adecuada la potencia eléctrica y hechas todas las conexiones entre el pozo, la sala de máquinas y el invernadero, durante el próximo verano se harán diferentes pruebas técnicas para iniciar oficialmente la marcha blanca en marzo de 2021 y tener a comienzos del próximo otoño el sistema funcionando”, agrega el investigador del CEGA.
Acompañamiento y transferencia tecnológica del proyecto
Por su parte, Mario Aburto, beneficiario directo del proyecto y usuario de INDAP, comienza a interiorizarse de los detalles técnicos del funcionamiento. “Yo pensaba que eran radiadores los que se utilizaban para darle calor a las siembras, pero esto de los fancoils es mucho mejor porque el aire caliente se reparte en todo el invernadero”, dice, muy optimista con lo que la climatización significará para su producción. “Acá el peor escenario que enfrentamos es el de las heladas, que matan la producción completa. Yo quisiera, a largo plazo, tener todos los invernaderos con geotermia, para dar respuesta a ese problema y poder tener producción continua, que es lo que se necesita en la zona”.
Bárbara Bravo, profesional del CEGA que coordina la estrategia social de este proyecto, comentó que el proceso de transferencia tecnológica es una parte fundamental para el éxito de los proyectos de innovación en agricultura con geotermia que se están ejecutando. “Desde el CEGA no sólo abordamos la componente técnica y geológica de los proyectos, sino que trabajamos para fortalecer el proceso de introducción de esta nueva tecnología con los usuarios y comunicando los beneficios ambientales y económicos que brinda la incoporación de la energía geotérmica”.
Fuente, CEGA
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