Estos nuevos proyectos elevaron la cartera mundial acumulada en un 20% a 64 mmtpa, de los cuales casi dos tercios se encuentran en los seis países líderes, incluidos Australia, Reino Unido, EEUU, Kazajstan, Países Bajos y España.
El hidrógeno verde, electrolizado del agua usando electricidad renovable, ha dominado durante mucho tiempo la cartera de proyectos, representando el 80% de todos los proyectos de 2018 a 2021. El hidrógeno azul, producido al dividir el gas natural en hidrógeno y CO2 y equipado con captura y almacenamiento de carbono, ha contabilizado el
resto.
Hidrógeno azul
“El primer trimestre de 2022 registró un cambio intrigante con proyectos de hidrógeno verde que representan el 95% de los agregados a la cartera de proyectos, mientras que los de hidrógeno azul se reducían a solo el 5%. Esto puede ser una peculiaridad del flujo de proyectos que toman decisiones de inversión en el primer trimestre. Pero la desaceleración en la inversión en hidrógeno azul hará sonar las alarmas para los desarrolladores de CCS, particularmente en Europa, donde la mitad de todos los proyectos CCS actuales son para casos de uso de hidrógeno azul”, explica Flores.
En segundo lugar, Flores considera que la crisis energética estimulará el comercio internacional de hidrógeno. “El hidrógeno es fundamental para la combinación energética futura de Europa, más aún a medida que se aleja de la dependencia del gas ruso importado después de la guerra en Ucrania. Pero los precios elevados de la gasolina y la energía en los próximos años amenazan con debilitar la economía del hidrógeno azul y verde en Europa. El resultado será una menor inversión y un déficit en los proyectos domésticos de hidrógeno necesarios para fortalecer la seguridad energética de Europa”, añade Flores.
La pérdida de Europa será la ganancia de los exportadores de hidrógeno. Los productores en mercados con precios de gas y energía relativamente estables y costos de producción más bajos, incluidos Oriente Medio, África del Norte, Australia y EEUU, estarán entre los ganadores.
En tercer lugar, los proveedores de electrolizadores se están moviendo rápidamente para construir instalaciones a escala de “gigafábrica”, pero el tamaño del premio sigue aumentando. “Los proveedores tienen una cartera de proyectos de 45 GWel, mientras que la capacidad de fabricación actual solo soportará 14 GWel anuales para 2023. Creemos que tales desajustes son típicos de cualquier industria naciente”, explica Flores.
Anuncios de gobiernos
La política concreta elevará aún más el listón. El gobierno del Reino Unido anunció recientemente la duplicación de su objetivo de capacidad de hidrógeno de 5 GW a 10 GW. Eso también envía una fuerte señal para que la cadena de suministro nacional eche raíces.
En cuarto lugar, la política a nivel mundial está sentando las bases para el crecimiento. La COP26 de noviembre pasado fue el catalizador para que los países establecieran objetivos de cero emisiones netas y, para muchos, el hidrógeno se está convirtiendo en una parte central de la entrega. Más de 75 gobiernos han anunciado planes, hojas de ruta, estrategias y objetivos de hidrógeno en varias etapas de desarrollo. “India (expansión de la política de hidrógeno), Croacia (hoja de ruta), Perú (desarrollo de la hoja de ruta) y Dinamarca (aclaración de la hoja de ruta) avanzaron en una política de hidrógeno en el primer trimestre de 2022”, añade.
Por último, “los acuerdos de compra están ayudando a la financiación inicial de la industria y son vitales para reducir el riesgo de los proyectos”, dice Flores. En uno de los mayores acuerdos hasta el momento, Fortescue Future Industries, con sede en Australia, y la empresa de servicios públicos alemana E.ON firmaron un memorando de entendimiento para entregar 5 Mtpa para 2030. “Esperamos que proliferen los acuerdos de compra y que los acuerdos comerciales evolucionen hacia contratos a largo plazo a medida que la industria madura”, concluye Flores.
Fuente: El Periódico de la Energía
